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Más allá de la inteligencia artificial: Empresas de defensa y consumo merecen la atención de inversionistas
Los principales bancos centrales se plantean por fin recortar los tipos de interés, y es probable que el BCE lo haga en su reunión de julio.
Desde hace algún tiempo, la inteligencia artificial es el tema que domina los mercados de renta variable, pero hay otros asuntos que merecen la atención de los inversionistas como las empresas de defensa y las de consumo.
Las empresas de defensa registraron resultados positivos de forma casi unánime, en particular las europeas con una fuerte exposición a la guerra de Ucrania. La relación entre pedidos y unidades entregadas de las principales empresas europeas se sitúan ahora sólidamente por encima de 1. Es una tendencia que podría perdurar por dos razones:
En primer lugar, los países europeos han invertido mucho en apoyar a sus aliados ucranianos, agotando sus reservas de municiones en el proceso. Muchos países, como Alemania, podrían tardar cerca de una década en reabastecerse, y eso sin contar con la posibilidad de que la guerra continúe durante algunos años.
En segundo lugar, al adherirse a la OTAN, sus miembros se comprometieron a gastar el 2% de su PIB anual en defensa. Sin embargo, más de la mitad de los miembros de la OTAN no han gastado lo suficiente, incluidas potencias europeas como Francia y Alemania.
En cuanto a las empresas de consumo, los efectos de los altos tipos de interés y de 18 meses de inflación elevada les están pasando factura ya que se enfrentan a clientes cada vez más escasos de efectivo. Muchas empresas están registrando aumentos decentes de sus ingresos, pero casi todos ellos se basan en subidas de precios, ya que los consumidores compran menos productos año tras año.
Las dificultades del sector del consumo se extienden incluso al sector del lujo. Este sector se ha considerado en el pasado prácticamente indestructible, dada la inelasticidad de los precios de los bienes de lujo, debido al poder adquisitivo de los ricos incluso en tiempos de dificultades económicas. El consumo de lujo alcanzó su punto álgido durante la pandemia, pero ha disminuido desde entonces, y esta tendencia continuará en 2024. Este mensaje se ha reafirmado en los recientes informes de resultados de algunos de los grandes del sector, como LVMH (MC) y Burberry (BRBY).
La buena noticia para las empresas de consumo en general es que la situación debería mejorar a medida que avance el año. La inflación ha descendido en todos los países occidentales desde sus máximos de 2022, por lo que la bajada de los precios de las materias primas reduce la necesidad de subir los precios trimestralmente. Esto debería permitir a muchas empresas de consumo centrarse en afianzar sus márgenes operativos, en lugar de preocuparse por el crecimiento de los ingresos brutos.
Además, los principales bancos centrales se plantean por fin recortar los tipos de interés, y es probable que el BCE lo haga ya el mes que viene. Por supuesto, esto tardará en llegar a los consumidores, pero al menos vamos en la buena dirección.
*Editor de Morningstar España