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Helene paraliza operaciones en Aeropuerto de Cancún, se registran cancelaciones y retrasos de vuelos
El Aeropuerto Internacional de Cancún luce desolado tras el paso de la tormenta tropical Helene que fue elevado a Categoría 1 por el Centro Nacional de Huracanes, que dejó un panorama de cancelaciones masivas e inundaciones.
CANCÚN, QROO. El Aeropuerto Internacional de Cancún vive una de sus jornadas más críticas en lo que va del año. La tormenta tropical ‘Helene’ y posterior huracán categoría 1 azotó con fuerza la región la mañana de este miércoles, dejando un impacto significativo en las operaciones aéreas. El panorama en la terminal es desolador: pasillos vacíos, pantallas de vuelos plagadas de cancelaciones y personal empapado.
Incluso, cuando el avión ya estaba en tierra, la fuerza del huracán Helene movía la aeronave.
Las ráfagas de viento y la intensa lluvia derribaron árboles, inundaron calles, casas, y generaron severos encharcamientos en toda la ciudad. El tráfico en la zona hotelera de Cancún es severo.
En el recorrido hacia la Zona Hotelera sobre la avenida Bonampak se tienen que sortear entre diversos encharcamientos, que motivan que parte de la vialidad esté cerrada. “Desde el lunes el gobierno de Quintana Roo estuvo solicitando a la población que se resguardara el día de hoy, ya que no iba a ver transporte público. Hay muchos tramos cerrados, por eso la policía cierra”, comenta Enrique, el conductor que nos traslada al destino.
Así avanza el recorrido mientras además de los grandes encharcamientos, se ven diversos vehículos con fallas mecánicas varados en las vialidades. “En la Carretera Punta Sam vienen los autos en sentido contrario, porque en el otro sentido ya se salió la laguna”, comparte Enrique.
La experiencia
En el vuelo AM 0508 de Aeroméxico, proveniente de la Ciudad de México, los pasajeros vivieron momentos de gran tensión. El capitán Alberto Molina realizó en al menos dos ocasiones aproximaciones para el aterrizaje, maniobrando con cautela ante las condiciones adversas. Estas maniobras motivaron que en la cabina el silencio fuera la constante y todos los pasajeros alerta del curso del vuelo, hasta que finalmente, tras un descenso exitoso, el avión tocó tierra. La ovación de los pasajeros no se hizo esperar, convirtiéndose en el aplauso más fuerte.