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Bienestar físico y mental… Un derecho para estudiantes

Columna Invitada

Los espacios universitarios equilibrados, con respeto a las personas, son indispensables para el bienestar.Shutterstock

Los paradigmas educativos y la educación actual no se imaginan con estructuras que disocian al individuo, fragmentándose en partes, sino que lo ven como una unidad, un “todo”, que se integra a diferentes contextos; no es una moda la formación integral de los estudiantes, es una necesidad, un avance cultural logrado en los últimos 30 años, que nos lleva a pensar en ésta como en un derecho de los estudiantes.

En la formación inicial y básica, cuando se forma a la persona y su bagaje de conocimientos generales, parece fácil imaginar que lo integral puede concatenarse perfectamente, aunque no es tarea sencilla, pero… ¿cómo garantizar esta continuidad de la integralidad en la educación superior?, ¿cómo balancear el cubrir las necesidades del mercado y espacios profesionales, que son específicos y buscar una formación que atienda al “todo” que implica el individuo?

Esta paradoja ha provocado que las universidades sean precursoras en la implementación de nuevas perspectivas, de integrar aplicaciones innovadoras y avances andragógicos, pedagógicos y didácticos, algo contradictorio dado que los profesores universitarios no son, por formación, didactas o maestros de carrera, pero son profesionales, especialistas en sus áreas, por lo que aportan nuevas estrategias para desarrollar competencias profesionales.

Estas aportaciones las retoma y moldea la parte académica estructurada de la universidad, buscando balancearlas, equilibrarlas con las necesidades de los estudiantes, su desarrollo psicológico y su desempeño individual hacia contextos colectivos. Para ello se proponen modelos educativos que respondan tanto, a las necesidades que tiene el mercado laboral, como a fortalecer a los individuos que son futuros profesionistas, respaldándose en la  integración y colaboración de diversas disciplinas.

Actualmente, un gran reto de la educación superior es considerar el bienestar general en sus comunidades y el bienestar integral en la formación del estudiante, ya no sólo desde inserciones del arte, la cultura y la ciencia como parte de extensión universitaria que se exigen por ley en México, sino a partir del respeto a las necesidades básicas de bienestar físico, salvaguardado desde las premisas de salud y las medidas de seguridad en los espacios universitarios, y ello tiene implícito el bienestar mental de la comunidad en general, que se integra propiciando en cada individuo, en particular, este equilibrio. 

Los programas de apoyo psicológico y emocional hacia las comunidades universitarias, indispensables para coadyuvar en el bienestar físico y mental, al generar mejores oportunidades a los estudiantes en su aprendizaje.

Cualquier persona tendrá un menor rendimiento si no está bien y/o no se siente bien, si corporalmente y/o mentalmente tiene factores adversos, permanentes y/o momentáneos… Los espacios universitarios equilibrados, con respeto a las personas, son indispensables para el bienestar, un mejor contexto es fundamental para un desempeño integral del estudiante en su formación profesional, donde el bienestar sea un derecho que le facilite un desarrollo humano y profesional, siendo capaz de sentirse seguro de sí mismo en cualquier contexto.

* Responsable general de Academia UNIAT.

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