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Un ejercicio militar conjunto israelí-estadounidense logró que una región de por sí tensa se pusiera incluso más nerviosa, cuando los medios de comunicación rusos informaron que el radar de su país había detectado dos objetos balísticos intermitentes cruzando el Mar Mediterráneo.
Jerusalén. Un ejercicio militar conjunto israelí-estadounidense logró que ayer por la mañana una región de por sí tensa se pusiera incluso más nerviosa, cuando los medios de comunicación rusos informaron que el radar de su país había detectado dos objetos balísticos intermitentes cruzando el Mar Mediterráneo.
Horas más tarde, el Ministerio de Defensa de Israel confirmó que había completado, con la asistencia de la Agencia de Defensa de Misiles de EU, una primera prueba de una nueva versión del misil Sparrow. El Sparrow, de diseño estadounidense, fue disparado hacia la costa israelí mientras el sistema de defensa antimisiles balísticos, Arrow, siguió su trayectoria, según el Ministerio.
El sistema Arrow, financiado conjuntamente por Estados Unidos e Israel, está diseñado para proteger a Israel de misiles, del tipo que podrían ser lanzados por Siria, Irán y Hezbolá, el grupo militante chiita en Líbano.
El portavoz del Pentágono, George Little, indicó que la prueba de ayer no tenía nada que ver con la consideración de un ataque militar estadounidense en contra del régimen sirio en respuesta a la supuesta utilización de armas químicas.
La prueba fue planeada mucho antes para ayudar a evaluar la capacidad del sistema Arrow Ballistic Missile Defense para detectar, rastrear y comunicar información sobre una amenaza simulada en contra de Israel , manifestó Little en un comunicado.