Bitcoin, ¿condenada ?a desaparecer?

Durante los últimos cuatro años, el surgimiento de la bitcoin ha causado revuelo en el mundo, pues dentro de sus curiosidades está la descentralización frente a un banco central y la neutralidad en términos políticos, religiosos, culturales y geográficos, algo así como una moneda sin ataduras y libre de prejuicios: es como la hermanita hippie de las monedas .

Este experimento, como sus creadores refieren, nos lleva a pensar sobre la existencia de mundos alternos en Internet, donde los planteamientos básicos que hacen funcionar al sistema capitalista parecieran ser alterados a voluntad para hacer funcionar la realidad del mundo alterno, donde la euforia, el optimismo, y por qué no, hasta la ignorancia, tienen ahora la última palabra.

Reforzando este argumento, Paul Krugman, economista estadounidense, afirma en una publicación del New York Times: El valor del oro proviene, en parte, de que tiene usos no monetarios, como empastes para dientes y joyería; el papel moneda tiene valor porque está respaldado por el poder del Estado, que lo define como moneda de curso legal. No obstante, las bitcoins derivan su valor, si lo tienen, puramente de una profecía que por su propia naturaleza tiende a cumplirse: la creencia de que otras personas las aceptarán como pago .

Lo sobresaliente de esta forma de pago de bienes y servicios virtual recae, principalmente, en la nula capacidad de regulación en términos de política monetaria.

Sobre si la bitcoin es una moneda en términos de la teoría económica y monetaria, Gonzalo Rojón, director de análisis de la firma The Competitive Intelligence Unit, dijo: No, ése es uno de los principales problemas que se están viendo o están generando una de las mayores dudas, por eso algunos gobiernos tienen recelo y no están permitiendo el uso de esa moneda.

Recordemos que toda moneda tiene forzosamente que estar respaldada por algo, antes era por el oro y la plata; sin embargo, actualmente como han crecido las economías, el gobierno lo respalda a través de su banco central . (Con información de agencias)

erick.gallardo@eleconomista.mx