Cómo duele crecer

El pequeño resfriado que sufrimos de finales del 2008 a finales del 2012 se ha convertido en una verdadera infección en la economía nacional, propiciando el menor de los crecimientos de acuerdo a las expectativas para este 2013. Más allá del paso firme que llevábamos durante más de cuatro años, tarde o temprano la vorágine que aqueja al mundo tenía que envolver al país.

Es cierto que durante el sexenio anterior el gasto corriente del gobierno federal subsidió el crecimiento de la economía en México y que, en comparación, el actual dirigente nacional ha iniciado de forma conservadora; sin embargo, el tema de la actividad económica no puede estar delegada en la estructura gubernamental y en decisiones de unos cuantos, somos más de 100 millones los que habitamos este país, con una fuerza laboral y empresarial capaz de solventar la situación económica.

El consumo interno y toda la cadena productiva alrededor de dicho consumo siempre son una mejor apuesta por la que los dos últimos dirigentes nacionales sexenales simplemente no se han inclinado, para muestra el financiamiento empresarial.

De acuerdo con cifras del banco central mexicano, el financiamiento empresarial ha sido por demás estable (no necesariamente favorable) con temas tan repetitivos como el apoyo vía proveedores, pero también hay elementos causa y efecto de la situación que priva en el país.

Hay un incremento considerable del financiamiento vía la banca de desarrollo, como uno de los ejes rectores del actual gobierno, esquema que se contrapone con el incremento en el uso de la deuda para la reestructuración de pasivos y la consecuente disminución en el uso productivo de la deuda (capital de trabajo). Los proveedores se vuelven eje esencial en la actual condición del financiamiento en el país, siendo, como en los últimos tres años, el principal motor del ciclo; sin embargo, éstos han comenzado a resentir el efecto improductivo de México por el incremento en el periodo promedio de recuperación del fondeo empresarial. Pese a las condiciones actuales, la posición empresarial en torno al acceso al financiamiento no es aquejada por la economía, en general parece un marco propicio para el crecimiento empresarial.

Con lo anterior, la apuesta para un crecimiento superior a la media mundial deberá ser el desarrollo de un esquema de financiamiento basado en la confianza, el fácil acceso, menor costo y más alternativas; si bien es cierto que la banca de desarrollo juega un papel primordial tanto en la garantía hacia la banca comercial como en la colocación directa, es necesario buscar que los recursos destinados al crecimiento económico lleguen pronto y en su totalidad a las empresas, esto desencadenará mejores condiciones para el país en todas sus variables macro.?

*El Mtro. Ricardo Gutiérrez es profesor del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca. ricardo.gtz@itesm.mx