El 2011 confirma la recuperación en el empleo

El 2011 será la confirmación de que la economía mundial ha dejado atrás la crisis y que se encarrila a una recuperación más sólida. Ciertamente, el rostro más amargo de la crisis mundial es el desempleo. Se calcula que hay poco más de 205 millones de desempleados en el mundo, cifra muy superior a los 180 millones al cierre del 2007, es decir, antes de la crisis.

La cifra se torna más trágica si se considera que poco más de 80 millones de esos desempleados son jóvenes. México aporta cerca de 2.5 millones de desempleados. Por supuesto, la situación laboral en México es más compleja, pues el subempleo, la informalidad y la emigración han sido válvulas de escape para muchos que no encuentran oportunidades de calidad.

En el arranque del año (la cuesta de enero), la situación será particularmente difícil para millones de mexicanos.

Tan pronto ha concluido el 2010, se cierran plazas laborales que habían estado activas para servir a la temporada navideña, caracterizada por el alto consumo. En cambio, habrá aumentos en el pan y algunos otros alimentos procesados, junto con servicios de transporte (taxi, por ejemplo) y tarifas públicas (electricidad, agua, etcétera).

La combinación empeora, los salarios mínimos crecerán 4.1% este año (sin embargo, algo favorable para mantener las expectativas inflacionarias ancladas) y las revisiones salariales rondan el 4.9 por ciento.

El empleo comúnmente presenta un rezago. En efecto, el empleo tiende a mostrarse resistente al inicio de una recesión y tarda en recobrar vitalidad en el proceso de recuperación económica. No obstante, cada vez hay mayor consenso de que la economía mundial volverá a la senda del crecimiento en los siguientes años. Al cierre del 2010, se estima que el mundo haya visto un avance de 4.8% en su PIB, con contribuciones cada vez más relevantes de China, India y Brasil. Por supuesto, EU (aún la economía más grande del mundo) así como Alemania y Reino Unido que siguen siendo de enorme importancia.

El empleo constituye la piedra angular en un proceso de reactivación que diferencia entre un mero rebote estadístico y el inicio de una etapa de crecimiento sustentable. El menor desempleo incide en mayor poder adquisitivo y por tanto, en mayor consumo. Esto genera un círculo virtuoso para la economía. En México, el 2010 cerró con una creación de empleos de 730,000 nuevos puestos de trabajo, una cifra alta y de hecho, la mejor desde 1996. No obstante, para el 2011, la creación de empleos será de 480,000 cuando lo óptimo es que el ritmo se mantenga. Con todo, habrá apoyo para el consumo en México, lo cual irá dando mayor forma a la recuperación.

Además, el empleo en EU también parece mejorar. El último dato de solicitudes por seguro de desempleo fue mucho mejor a lo previsto. De hecho, fue la primera vez que se registró un nivel menor a las 400,000 solicitudes, algo no visto desde junio del 2008. De confirmarse esta tendencia, estaríamos llegando a niveles precrisis y esto implica para México doble beneficio: con más consumo en EU, las exportaciones mexicanas podrían amortiguar una previsible desaceleración y por otra parte, las remesas hacia México volverán a cobrar vigor. El más reciente dato en remesas mostró ya un aumento anual de 8.6% en noviembre pasado para ellas. Esto también es un apoyo para el consumo doméstico en México.

Los retos son muchos y variados en materia de empleo para México. En realidad, concretar una reforma laboral amplia podría catapultar al mercado interno y hacer realidad que el PIB avance más de 3.5% promedio en la próxima década. Mayor flexibilidad e incentivo para la productividad son elementos esenciales en dicha reforma.

*Luis Flores es Economista Senior de Ixe Grupo Financiero. Su opinión no representa necesariamente la posición de la institución.