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Lucky Strike intenta hacerse de Camel
La compañía tabacalera británica British American Tobacco (BAT), propietaria de la marca Lucky Strike, presentó una oferta para comprar la parte de su competidora estadounidense Reynolds (Camel) que todavía no posee.
La compañía tabacalera británica British American Tobacco (BAT), propietaria de la marca Lucky Strike, presentó una oferta para comprar la parte de su competidora estadounidense Reynolds (Camel) que todavía no posee.
BAT ofrece 47,000 millones de dólares en efectivo y acciones para comprar 57.8% de Reynolds, anunció en un comunicado, precisando que no se han abierto negociaciones formales.
Si se consuma, la operación sería la más importante del sector desde que Reynolds compró en 2015 a su competidora Lorillard por 27,000 millones de dólares.
Un portavoz de BAT explicó que presentaron la oferta el jueves por la noche al consejo de administración de la tabacalera pretendida.
La ley estadounidense obliga a las empresas a hacer públicas las intenciones de compra de otras sociedades, algo que hizo con la publicación de un comunicado este viernes por la mañana en la Bolsa de Londres.
El portavoz precisó que se trató de una oferta amistosa e informal y que ambas sociedades abrirán discusiones a detalle.
Para BAT, el objetivo es poner un pie en Estados Unidos. Con sus marcas históricas Camel y Pall Mall, Reynolds es el número dos en Estados Unidos detrás de Altria, propietaria de Marlboro.
Pese a la lucha feroz contra el tabaco, Estados Unidos sigue siendo un gran mercado, el segundo del mundo detrás de China, donde reina la empresa estatal China National Tobacco Corporation (CNTC).
Si la operación se concreta, BAT se convertiría en la primera empresa mundial en términos de volumen de negocio y beneficios operativos. En número de cigarrillos vendidos, sería la tercera del mundo detrás de la líder CNTC y de Philip Morris International, que vende Marlboro fuera de Estados Unidos además de L&M y Chesterfield.
BAT añadió que la compra reforzaría más su posición en mercados emergentes, donde el consumo de tabaco está en aumento, como en Sudamérica, África, Oriente Medio y Asia, así como en los principales mercados de los países desarrollados .
El portavoz del grupo explicó que sus ventas se reparten prácticamente a partes iguales en países emergentes y desarrollados.