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Reevaluación de emisiones en moneda extranjera
En Estados Unidos, las autoridades monetarias analizan la posible implementación de una segunda ronda de medidas cuantitativas, con el fin de impulsar la recuperación económica, tras la publicación sucesiva de resultados poco favorables de distintos indicadores macroeconómicos.
En Estados Unidos, las autoridades monetarias analizan la posible implementación de una segunda ronda de medidas cuantitativas, con el fin de impulsar la recuperación económica, tras la publicación sucesiva de resultados poco favorables de distintos indicadores macroeconómicos.
La desaceleración en el ritmo de recuperación económica ha beneficiado el descenso significativo en las tasas de los bonos del Tesoro de EU, de modo que la referencia al plazo de 10 años se ubica en 2.40% e incluso podría llegar a ubicarse en 2.0%, observado a principios del 2009.
Estos importantes descensos han favorecido la apreciación semanal del peso frente al dólar -de 1% tan sólo en la semana pasada- para situar la paridad cambiaria en alrededor de 12.400 pesos por dólar.
Además de los posibles descensos adicionales en los rendimientos de los bonos del Tesoro, la importante acumulación de reservas internacionales, que al 1 de octubre alcanzaron un nivel récord de 108,400 millones, apoya la estabilidad de la divisa mexicana en los mercados cambiarios.
El entorno de bajas tasas de interés y abundante liquidez en los mercados internacionales de capital ha sido bien aprovechado por el gobierno mexicano, tanto que el pasado 5 de octubre colocó un bono global (UMS) por un monto total de 1,000 millones de dólares con vencimiento en el 2110.
Si bien el monto es pequeño en comparación con las otras emisiones de bonos UMS, la emisión tiene un valor simbólico por cuanto México se convierte en el segundo país en emitir un bono a 100 años, después de China.
Esta operación constituye una estrategia del gobierno federal para reducir su costo de financiamiento, al beneficiarse del entorno de tasas históricamente bajas que prevalecen en los mercados de deuda, así el bono centenario ofrece una tasa de rendimiento al vencimiento de 6.10%, que resulta incluso menor a la del bono UMS a 30 años colocado en abril de este año.
Adicionalmente, el gobierno federal anunció la colocación de un bono global denominado en yenes durante octubre por un monto aproximado de 1,800 millones de dólares, con lo cual se cubrirán las amortizaciones de deuda externa para el resto de la presente administración.
La significativa actividad del gobierno federal en los mercados internacionales, así como el descenso en la curva de rendimientos de los T-bonds y la fuerte apreciación del peso han impulsado el buen desem¬peño del mercado de bonos UMS.
Así, de acuerdo con nuestro índice de seguimiento, en lo que va del 2010 este mercado acumula un avance de 13.92% en dólares (8.89% en pesos), que equivale a una tasa anualizada de 18.17% (11.53% en pesos), la cual supera por mucho el desem¬peño del 2008 y del 2009.
En mayor medida, los plazos largos de la curva -más de 10 años- han acumulado un avance efectivo de 19.50% en dólares (14.23% en pesos) que equivalen a tasas anualizadas de 25.63% (18.58% en pesos).
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