Agua en vez de Vacunas AntiCoVID

Hoy hace unos minutos el presidente López Obrador al ser vacunado con la dosis de Abdalá con la COVID-19 dijo "Ni se sintió nada". Afirmó que "los planes de vacunación en México, siempre han dado muy buenos resultados" y recordó que en todos los hospitales federales se aplicarán las vacunas. En la imagen televisiva se vió el piquete de la aguja, donde le inyectan agua en vez de Vacunas AntiCOVID que pudieran protegerle contra el linaje XBB del virus Omicron circulante.

Otra vez recibimos un mensaje ideológico que puede tener consecuencias funestas para muchos mexicanos que sigan su ejemplo, tal como ocurrió cuando dijo que se podrían abrazar, que no utilizaran cubrebocas y que usaran el “detente” entre muchas negligencias de comunicación en su calidad de autoridad sanitaria del país, que provocó una mortalidad de cientos de miles de mexicanos por el manejo criminal de la pandemia.

Parece una lección no aprendida, pues el presidente informó que se tendrán las vacunas necesarias -Ábdala, Sputnik y quizá Patria- para la población que las requiera de forma gratuita, siendo las tres vacunas inútiles para el virus SARS-CoV-2 tipo Omicron Linaje XBB circulante. Y miente otra vez, al decir que quien quiera comprar su vacuna estará en libertad de ejercer su derecho, siendo obligación de las autoridades revisar que las vacunas cumplan con los requisitos legales.

El día 9 de mayo el Presidente -y no el Consejo de Salubridad General como indica la ley- declaró terminada la pandemia, y por ende el estado de emergencia, pero continuamos en un estado de dictadura sanitaria sin medicamentos ni vacunas útiles para evitar el contagio, enfermedad o muerte por la COVID-19 por el nuevo virus circulante.

Denunciamos que la COFEPRIS no había dado curso a la solicitud de registro sanitario y por ende la comercialización de medicamentos y vacunas contra la COVID19 desde junio del año pasado. Gracias a la presión, la COFEPRIS lanzó una convocatoria para pedir se inscribieran aquellas compañias interesadas en obtener el registro sanitario, solicitándolo las vacunas Pfizer, Moderna (representada por Asofarma) y AstraZeneca.

Los argumentos que sostienen que le inyectaron agua -vacuna ineficaz- los proporcionó el flamante subsecretario de salud Dr. Ruy López Ridaura, quien afirmó que el pasado 16 y 17 de octubre, sesionó el Comité de Moléculas Nuevas de la COFEPRIS donde se discutieron los expedientes presentados por Moderna, Pfizer y AstraZeneca.

Presumiendo actuar bajo una “caja de cristal” y sin haber justificado porqué no habían sesionado en 16 meses para dictaminar las solicitudes previas? por un lado, y por el otro, tampoco cuándo fue que sesionaron para hacer la “ampliación de la vida útil” a 18 meses de la vacuna Abdalá -que tiene registro de emergencia-. Cabe enfatizar que no sabemos qué tipo de vacuna le pusieron al presidente, pues nunca se vió el frasco de la cuál obtuvieron el vial inyectado por el otro.

La Ley General de Salud fue modificada a iniciativa de este servidor en abril de 2009 estableciendo en el artículo 122 Bis que un producto biotecnológico es aquel producido por biotecnología molecular que se llaman innovadores de referencia o biocomparables para los no innovadores. Dice la Ley que las vacunas en este caso deben demostrar calidad, seguridad y eficacia, y que una vez comercializadas se deberá realizar farmacovigilancia.

Señala que el solicitante (Pfizer, Moderna, Astra Zéneca) deberá presentar estudios clínicos o in vitro, y en caso de que no, se definirán caso a caso, tomando en cuenta la opinión del comité de moléculas nuevas, que contará con un subcomité de evaluación de productos biotecnológicos integrados por especialistas de la UNAM, Politécnico, Instituto Nacional de Medicina Genómica, además de un representante de la autoridad sanitaria y del Consejo de Salubridad General. De lo informado en su “Caja de Cristal” brilla por su ausencia este subcomité, desdeñando otra vez lo que dice la Ley, quitando de enmedio a los científicos capaces de evaluar dichas moléculas. Grave error.

En fin, el Comité de Moléculas Nuevas, organismo técnico que preside Alejandro Svarch, titular mismo de la COFEPRIS, tuvo la ocurrencia de tener “Testigos de Honor” no se conqué motivo, pero es claro que todos los integrantes fueron gubernamentales y no como ocurre en otras agencias reguladoras que hay expertos del tema en cuestión.

Svarch y camarilla rechazaron, y me pareció correcto, dar una opinión favorable sobre dos vacunas que no demostraron eficacia contra la variante Omicrón linaje XBB.1.5 que desde mayo dijo la Organización Mundial de la Salud era la circulante y que las vacunas que fueran aprobadas fueran eficaces contra ella. Solo la Comirnaty de Pfizer y Spikevac de Moderna que desde junio la FDA y CDC junto con más de 250 expertos mundiales demostraron su eficacia, fueron recomendadas por el Comité de Moléculas Nuevas.

¿Cómo explicar entonces que le apliquen al presidente una vacuna que claramente no es eficaz contra el omicron circulante? Si no le dieron una recumendación favorable a la vacuna de AstraZeneca de la cual se aplicaron más de 113 millones de vacunas a los mexicanos con tan solo 490 efectos adversos graves y 12,796 no graves, ¿porqué aplicar Abdalá que no es reconocida por la OMS, la FDA y la CDC, ni tampoco ha demostrado eficacia contra el multicitado coronavirus? ¿Porqué arriesgar inyectándoles agua para fines prácticos a los adultos mayores y a mexicanos con enfermedades debilitantes? ¿Porqué no proteger a nuestros niños con una vacuna eficaz, segura y de calidad autorizada desde 6 meses en adelante como Pfizer?

Los argumentos utilizados por la COFEPRIS para no otorgar el aval a AstraZeneca ni a la bivalente de Moderna fueron basados en la evidencia de su ineficacia y los felicito por ello. En contraparte es reprobable utilizar argumentos absolutamente ideológicos al permitir se apliquen vacunas como Abdalá que no serían aprobadas con el rasero utilizado por su propio Comité de Moléculas Nuevas.

México tiene en la cartera más de 14 mil millones de pesos aprobados y no utilizados para adquirir las vacunas de Moderna y Pfizer en este periodo invernal. No hay razón para que sigan poniendo agua -vacunas inservibles- si se tienen las vacunas y el dinero para evitar sufrimiento y muerte. ¿Usted qué piensa?

*Éctor Jaime Ramírez Barba es médico especialista en cirugía general, certificado en salud pública, doctorado en ciencias de la salud y en administración pública, y es diputado reelecto del grupo parlamentario del PAN en la LXV Legislatura.