La calidad del agua en México es un tema de salud que debería preocupar y ocupar mucho más a nuestras autoridades. La misma Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un reporte este año recomendó al país poner atención a la calidad del vital líquido como uno de los derechos humanos básicos y fundamentales.
En mayo pasado el relator especial de la ONU sobre derechos humanos al agua y al saneamiento, Léo Heller, se mostró sorprendido en su reporte tras una visita sobre la poca prioridad que le da el Gobierno mexicano a este aspecto cuando internacionalmente es un derecho fundamental básico que se entiende debe estar en el mismo rango del derecho a la alimentación.
La Constitución mexicana en su artículo cuarto garantiza el derecho de todas las personas al acceso a servicios de agua y saneamiento suficientes, seguros, aceptables y asequibles. Ello quedó explícitamente incluido en el año 2012, pero el que ya esté consignado constitucionalmente no ha significado que se haga efectivo.
Que México sea el mayor consumidor de agua embotellada per cápita-480 litros al año- no es gratuito. En México la población no confía en la calidad del agua potable.
Un pendiente en este sentido es la instalación de bebederos de agua en todas las escuelas del país. A junio se llevaban instalados 10,000 de los 40,000 programados, un 25% de avance.
Lo importante en este proceso es, sí que haya bebederos en todas las escuelas, pero también garantizar verdaderamente que haya disponibilidad de agua y que ésta sea de calidad.
El Instituto Nacional de Infraestructura Educativa (Inifed) que lleva Héctor Gutiérrez de la Garza es el responsable de hacer las licitaciones para la instalación de dichos bebederos y que éstos queden bien. A su vez, para garantizar todo lo relativo a la calidad del agua, debe coordinarse con la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) de Julio Sánchez y Tépoz.
Es muy importante que ambas autoridades estén bien vigilantes de que los proveedores ganadores de la instalación de bebederos en escuelas recurran a laboratorios autorizados realmente acreditados para hacerlo. Y lo decimos porque nos enteramos que algunos de esos proveedores están trabajando con laboratorios que no cuentan con acreditación para la NOM 127 y la NOM 201, indicadas para medir la calidad del agua.
En el país hay más de 40 laboratorios que hacen mediciones en calidad de agua, pero sólo dos los que han invertido para abarcar los más estrictos parámetros; uno es el Estatal de Salud Pública de Veracruz y otro es Lloyd Mexicano. Es con éstos que el Inifed debe trabajar conforme marca la norma porque se trata de agua para consumo humano, específicamente de niños. Por otro lado, para que haya mayor competencia de proveedores, la Conagua –que lleva Roberto Ramírez de la Parra- debería incentivar para que más laboratorios cumplan con altos niveles de exigencia y ofrezcan la máxima garantía de calidad.
Estamos hablando de que debe medirse, aparte de dureza del agua, sólidos y sales, fluoruros y coliformes totales y fecales, además otras sustancias tóxicas como arsénico, hierro, manganeso, plomo, nitratos y sulfatos. El agua que tomen los estudiantes debe estar libre de todo esto, y ello debe estar totalmente garantizado.
Dr Narro atestigua a gobernador panista
El secretario de Salud, el doctor José Narro, fue ayer a Puebla a atestiguar el cumplimiento de un compromiso de campaña que hizo ante notario el gobernador panista Antonio Gali. Este compromiso consistió en otorgar servicios de salud 24/7, es decir las 24 horas de cada uno de los 365 días del año. Y se supone que lo logró con una inversión de 150 millones de pesos llevando equipadas unidades médicas móviles con profesionales de la salud a los siete municipios sin infraestructura hospitalaria.