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Cancelación de NOMs, un acto neoliberal contra el Estado regulador
Fue muy importante y contundente el mensaje de unidad, de integralidad y de exigencia que expresaron ayer las asociaciones de pacientes, colegios y asociaciones de médicos, así como representantes del Legislativo y de prestadores privados de servicios en salud. Todos al unísono exigieron a las autoridades echar atrás la propuesta de desaparecer las Normas Oficiales Mexicanas en salud, y más bien fortalecerlas y/o, en su caso, actualizarlas.
Fue en el foro “Las Normas Oficiales Mexicanas (NOMs) y la ruta de la regulación en el sector salud” que tuvo lugar en la Academia Nacional de Medicina liderada por el doctor Germán Fajardo -también director de la Facultad de Medicina-, la cual asume un liderazgo significativo al dar cabida por primera vez a múltiples voces en torno a un problema preocupante para todo el sistema nacional de salud.
El gran ausente fue -como ya es costumbre en este sexenio- la autoridad. Habían confirmado su asistencia tanto el doctor Ruy López-Ridaura, titular del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), y el diputado morenista Emmanuel Reyes, presidente de la Comisión de Salud, pero al final ambos desistieron de presentarse.
Quien dio una introducción con gran claridad sobre el tema fue el ministro en retiro José Ramón Cossío al detallar el contexto jurídico funcional e histórico de las NOMs, y explicó con todas sus letras por qué y cómo no es factible desaparecerlas.
Como miembro que fue de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Cossío Díaz argumentó con nitidez por qué dichas normas no son adornos opcionales o disponibles, y explicó cómo fueron aceptadas e incluidas en el orden jurídico mexicano (son herramientas clave para los tribunales colegiados) al grado de que hoy cumplen críticas funciones normativas. Consideró un problema grave que las autoridades no den razones para su cancelación, sobretodo en casos de normas muy relevantes como para diabetes mellitus, hipertensión arterial o de manejo de adicciones.
Coincidió que el vacío que deja la autoridad se llena con sospechas: “Viendo lo mal que va el Sector Salud uno podría suponer que esas decisiones se toman para restringir competencias y actividades de la autoridad, y en consecuencia quitar obligaciones o compromisos de modo que cuando se exijan, se pueda decir que ya no hay normas y ya no hay tales obligaciones. O si el tema es presupuestal, como no tengo dinero me quito la obligación de cumplirlas”.
Lo más grave que quedó establecido es que al cancelar las NOMs se baja el umbral de exigencia en la atención médica para los mexicanos y se debilita en enorme dimensión la capacidad regulatoria del Estado mexicano. Qué más neoliberal puede haber -se comentó- que este proceso regresivo que nos lleva a los ciudadanos a perder capacidad de exigencia frente a los prestadores de servicios y en la defensa del derecho a la protección de nuestra salud.
En ese contexto, la voz generalizada de los panelistas de las 3 mesas en dicho foro fue en contra de la desaparición de las NOMs. Las asociaciones de pacientes se mostraron unidas en la exigencia hacia todo el sistema de salud de ser incluidas y consideradas en la toma de decisiones y en impulsar la gobernanza en la regulación, así como nuevas estrategias de atención integral de las enfermedades. Hubo varias propuestas y una muy aplaudida fue la expuesta en la mesa de las asociaciones médicas, en particular del presidente del Colegio de Medicina Interna de México, Juan Luis Salgado Loza, quien planteó crear un comité de expertos obligado a vigilar permanentemente las NOMS en salud y revisarlas cada 4-5 años su cobertura y cumplimiento.
La guerra entre dos enfoques de salud pública
En la tercera mesa con representantes del sector privado, del Legislativo y expertos en regulación, se insistió en poner al paciente al centro de todas las acciones del sistema nacional de salud, y se mostraron convencidos de que es posible arrancar procesos para de verdad cumplir las NOMs con un mínimo estándar de atención. Llamaron aquí a diferenciar entre la batalla jurídica, social e incluso democrática en favor de las NOMS, respecto de la verdadera guerra que es la definición del sistema de salud que queremos para los mexicanos. Es momento, se dijo, de definir entre un sistema de salud con enfoque político, de dádivas a la población en vez de derechos, un gobierno que quiere reducir sus obligaciones y un menor gasto en salud, en tanto que por otro lado están los que luchan y sí creen factible construir un sistema que garantice el acceso igualitario a salud con calidad y mejores prácticas a la población.
El foro fue transmitido en línea y es posible verlo en los espacios de la Academia Nacional de Medicina.
Por más presupuesto para combatir el dolor
Se estima que en México unos 350,000 mexicanos requieren manejo de dolor y tratamiento paliativo; muchos de ellos tristemente terminan muriendo con dolor y muchos más viven años con dolor crónico. Es un problema de salud pública muy subestimado y un gran pendiente que el país invierta más en medicinas para el dolor. Por ello es importante el foro que tendrá lugar este miércoles en el Senado con el título “Continuidad y Avances de las Políticas Públicas, Legislación y Presupuesto para Medicina del Dolor, Paliativa o de Soporte. Es convocado por la senadora morenista Nestora Salgado quien recién logró un exhorto senatorial a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como a la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados para que en el PEF 2024 se destinen mayores recursos para atender el dolor crónico en México.
Exhorto al CSG para que emita Política Farmacéutica
En 2021 aquí escribíamos sobre la propuesta de Política Nacional Farmacéutica que trabajaba el Consejo de Salubridad General y que la actual administración terminó frenando sin explicación, con todo y que es un compromiso asumido ante la OPS como parte esencial de la política sanitaria. Pues 3 años después de ello el tema sigue detenido. El equipo profesional que regía en el CSG tenía todo listo para emitir dicha Política, pero fue una de múltiples acciones que el subsecretario Hugo López-Gatell terminó bloqueando porque era neoliberal armarle una política a la industria farmacéutica. Pues resulta que ahora la Comisión Permanente del Legislativo, específicamente la Segunda Comisión de Trabajo -Relaciones Exteriores, Defensa Nacional y Educación Pública- está emitiendo un exhorto al CSG para que informe sobre los avances de esa Política Farmacéutica. No es tema menor, sobretodo a la luz de situaciones inconcebibles, como por ejemplo, el caso de Psicofarma, un laboratorio nacional cuya producción especializada de fármacos psiquiátricos y neurológicos mantiene detenida por orden de Cofepris, mientras los pacientes con problemas de salud mental llevan sufriendo un infierno por meses debido al desabasto de terapias…
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