Buscar
Opinión

Lectura 3:00 min

Confrontación Harris–Trump

La confrontación entre Kamala Harris y Donald Trump tiene un significado relevante porque, quien gane las elecciones de noviembre será responsable de conducir al país más importante del mundo, por el tamaño de su economía, su modelo democrático, su cultura y sociedad de consumo que influyen en el planeta desde el siglo XIX. También por su capacidad nuclear.

Mientras que Trump abandera posiciones de extrema derecha basadas en un nacional populismo, Kamala Harris se ubica en el centro político, una posición de equilibrio y que valora lo positivo que existe en la sociedad estadounidense.

Una de las grandes mentiras de Trump es que los indocumentados “roban puestos de trabajo a los estadounidenses”. La verdad es que los 10 millones de trabajadores indocumentados hacen los trabajos que los ciudadanos norteamericanos no realizan por lo rudo que son u por los salarios bajos.

Si se suspendiera el trabajo de esos 10 millones de trabajadores, la economía norteamericana se vería afectada en la cadena de suministros, operación de puertos y centros de distribución.

De los indocumentados, 50% de ellos pagaron impuestos por 96,700 millones de dólares en el 2022, recursos que podrían duplicarse si se regulariza su situación migratoria.

Otra mentira de Trump es que “Harris cuadruplicará los impuestos a los estadounidenses”. Lo que Harris propone es que se rebajen los impuestos a la pequeña y mediana empresa, que es fuente importante de ocupación de la mano de obra y que se eleven los impuestos a los ultrarricos.

En esta posición están 250 multimillonarios de todo el mundo, en su mayoría de Estados Unidos, que en carta abierta al Foro de Davos, en enero de este año, plantearon que en sus diversos países deberían aumentarse los impuestos a los muy ricos para reducir la desigualdad.

Esta declaración coincide también con la de Warren Buffet, uno de los hombres más ricos de Estados Unidos, que en una entrevista sarcásticamente dijo que, relativamente hablando, su secretaria pagaba más impuestos que él.                                             

También Trump declaró: “Los del Capitolio son patriotas enojados porque me robaron las elecciones”. Es otra falacia porque nadie le robó las elecciones y los que organizaron el asalto al Capitolio fueron grupos que intentaron revertir los resultados electorales, causando cinco muertos y decenas de heridos.

En el contexto internacional, Trump es un peligro debido a sus nexos con dictadores que, a través de operaciones cibernéticas, crean distorsiones de información. También radicalizaría la relación conflictiva con China, en vez de buscar la cooperación. Significaría conflictos con la OTAN como ya ocurrió cuando fue Presidente.

Y con los países en desarrollo sería el abandono total de iniciativas de apoyo. Para México hay alarmas por la renegociación del T-MEC y por su promesa de afectar las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos con aranceles si no aceptamos sus lineamientos comerciales.

smota@eleconomista.mx

Escritor y licenciado en economía, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. De 1984 a 1990 fue embajador de México ante el Reino de Dinamarca, donde se le condecoró con la orden Dannebrog.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas