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Covid, impulso a seguros médicos en México
Tras la pandemia del Covid-19, que llegó para quedarse, muchos cambios vendrán en las distintas ramas de la industria de salud. Uno donde se vislumbra un interesante impulso es el de seguros médicos en México. Después de una parálisis de años y un reciente raquítico crecimiento, este nicho asegurador ve oportunidades de expansión, derivada en parte de una mayor conciencia por invertir en prevención y cuidado de la salud.
La buena comunicación desde el inicio de la pandemia entre el gremio reunido en AMIS presidido por Sofía Belmar y el regulador de Seguros y Fianzas (CNSF) que lleva Ricardo Ochoa, abrió oportunidades. La primera buena señal fue que la industria cubrirá a todo asegurado afectado por Covid aun cuando la póliza no incluía pandemia. Conforme lo reportado, van 903 casos de Covid en asegurados y han erogado en promedio 416,000 pesos por asegurado.
Y otra, la disposición de las aseguradoras de aportar para cubrir con seguro de vida por 50,000 pesos al personal de salud previendo 1.6 millones de vidas cubiertas. La aportación será proporcional a la participación de mercado de cada empresa.
El caso de BUPA, no muy conocido en México, es de tomar en cuenta pues es un gigante de la salud en Europa con interés de crecer aquí. Por lo pronto su pie puesto desde el 2015 en México lo busca expandir. A la fecha su mercado ha estado centrado en ofrecer seguros internacionales, pero está por dar el banderazo a su oferta de seguros de gastos médicos nacionales y vincularlos con servicios médicos.
Al viernes 15 de mayo, BUPA había cubierto 30 pacientes relacionados con Covid (25 confirmados con contagio), y de ellos tres fallecieron. El gasto hospitalario dedicado por BUPA a esos 30 asegurados fue de 24.3 millones, es decir 910,751 millones promedio por paciente (el doble del mercado); edad promedio de 58 años y estancia promedio de 11.8 días en hospital.
Este gigante inglés BUPA (derivado de su origen British United Provident Association) ve en los seguros médicos en México un área de oportunidad única. Su apuesta es a duplicar su clientela en los próximos tres años: de los 60,000 actuales a 120,000 para el 2023, y en valor de primas de 3,200 millones a 6,500 millones de pesos anuales.
Lo de doblar su mercado ya lo hizo del 2015 al 2020, y ahora pretende meter más acelerador aplicando el modelo que le ha funcionado bien en Inglaterra y España con prestación de servicios médicos aparte del seguro.
Luk Vanderste, director general de BUPA México, tiene en la mira operar hospitales y una gama de servicios ambulatorios, así como consultorios de especialidades. Nos comparte que su plan es buscar acuerdos con la red hospitalaria ya existente en México, y además adquirir algunas instalaciones de atención médica. Es decir, BUPA anda viendo con la cartera abierta aquí oportunidades de compra. No nos dice de cuánto prevé la inversión, pues será en función de las oportunidades.
La iniciativa de BUPA se suma a la de Axa Seguros cuyo director, Daniel Bandle, lanzó en 2019 su alianza con Keralty y ya opera varios consultorios de primer y segundo nivel de atención.
Ojalá eleven la competencia en atención médica en México. Bastante falta hace un mercado más competitivo en México y más transparente, pues no tenemos indicadores ni información suficiente para el momento de elegir la mejor opción donde atender nuestra salud. Y qué mejor si va enlazada con respaldo de aseguramiento.
El modelo de BUPA es muy conocido en España con su marca Sanitas donde opera de manera mixta: con sus propios hospitales y clínicas dentales, pero también con la red de hospitales existentes en el país ibérico. Por lo pronto en México ha roto con el modelo de seguros pues permite libre elección de médicos y hospitales, es decir sus asegurados no están limitados a una red específica como sí sucede con la mayoría de seguros médicos en el país.