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Edomex, el único sin ley de salud
En acceso a servicios de salud, el estado de México es de las entidades que califican más bajo junto con Oaxaca, Chiapas y Michoacán, de acuerdo con lo que reporta INEGI. En mortalidad infantil se ubica entre los 5 estados con las mayores tasas de defunción de menores de 1 año por cada mil nacidos vivos, y en mortalidad materna, aunque ha mejorado, se mantiene por encima de la media con una tasa de 59.5 defunciones de mamás por cada 100 mil nacidos vivos.
Son indicadores clave que reflejan una desatención y falta de estrategia eficaz para mejorar la salud de los mexiquenses. La entidad viene arrastrando una crisis en su sistema de salud y de seguridad social que en 2018 detonó en la quiebra financiera del Instituto de Seguridad Social del Estado de México (ISSEMYM). Es claro que la salud no ha sido una prioridad para quienes en las últimas décadas han gobernado esta entidad de 17.5 millones de habitantes, la más poblada del país.
Y como indicio evidente, es la única entidad de la República que no cuenta con una ley de salud. Entonces la salud se controla al antojo del gobernador en turno, y convenientemente el nuevo que llega ha continuado con el esquema.
Había una ley que estuvo vigente desde 1986 hasta el 2001 cuando el exgobernador Arturo Montiel la abrogó y bajo un decreto concentró todo en un código administrativo con el argumento de facilitar la administración pública, el diseño y ejecución de políticas públicas y dijo entonces que se garantizaría un mejor manejo presupuestario.
Lo que no dijo fue para quién sería ese mejor manejo presupuestario porque para los mexiquenses claramente no. Han pasado 3 gobernadores -Enrique Peña Nieto, Eruviel Ávila y ahora Alfredo del Mazo- y ninguno quiso arreglar ese entuerto. El estado de México ha sido de los que han hecho un manejo poco transparente de los recursos federales para salud. Incluso en el sexenio pasado fue de los estados que más deuda arrastraron con los proveedores de medicamentos y demás insumos de salud (con todo y que recibía recursos del Seguro Popular), al grado de que el IMSS buscó bajarlo de la compra consolidada en aquella época a petición de los propios proveedores. Aparte, tienen una secretaría de Salud y un Instituto de Salud que deberían operar en forma independiente pero realmente el segundo depende del primero con todo y el conflicto de interés que ello implica.
Desde la Legislatura estatal anterior, ya dominada por Morena, se generó un proyecto para una ley de salud que entonces se dijo sería de vanguardia pues tenía el respaldo y cooperación técnica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en México; se conformaron mesas de trabajo y todo iba caminando, pero les ganaron los tiempos del proceso electoral intermedio y no alcanzaron a sacarla.
El que entonces fue el coordinador del proyecto, Eduardo Salazar, asesor de la Comisión de Salud, Asistencia y Bienestar Social de esa Legislatura, ha continuado junto con organizaciones de la sociedad civil empujando la iniciativa, pero se topan con pared tanto en el Gobierno de Del Mazo, que ya va de salida, como con los legisladores locales. A los políticos no les interesa poner orden en la estructura del sistema de salud mexiquense, y el propio desorden de su fragmentado sistema genera una parálisis de la cual no logran salir. En la actual 61 Legislatura del estado se han presentado 68 iniciativas en torno a salud, y ni una sola ha sido dictaminada. Algo sucede que los asuntos de salud se prefieren dejar de lado pues tal parece todo es más importante que mejorar la cobertura de salud de la población de los 125 municipios de Edomex.
8 hospitales inconclusos desde hace años
Y otro botón que muestra la situación del sector salud en el estado de México lo forman 8 hospitales que fueron construidos en el sexenio de Eruviel Ávila sin cumplir el proceso regulatorio que permiten que el Gobierno federal los incluya para darles recursos para equipamiento y personal de salud. Al no tener la Clave Unica de Establecimientos de Salud (CLUES) se quedaron inconclusos sólo en cascarón; fue inversión tirada a la basura porque es la fecha que no se han podido regularizar y por tanto sin cubrir las necesidades de atención médica de los pacientes mexiquenses. Esas construcciones hospitalarias desperdiciadas están ubicadas en Acolman, Aculco, Coacalco, Zumpango, Tepotzotlán, Zinacantepec, Chicoloapan y Cuautitlán.
Moderna refuerza sus refuerzos ARNm
La biofarmacéutica Moderna informó que sus dos vacunas bivalentes candidatas para refuerzo ofrecen una protección superior contra las variantes ómicron BA.4/BA.5 en comparación con su refuerzo original, lo cual es alentador dado que la COVID-19 sigue siendo una de las principales causas de hospitalización y muerte en todo el mundo. “Además, la respuesta superior contra ómicron persistió durante al menos tres meses después del refuerzo ARNm-1273.214”, dijo Stéphane Bancel, director ejecutivo de Moderna. “Nuestros refuerzos bivalentes también muestran, en ensayos de investigación, actividad neutralizante contra BQ.1.1, una variante emergente cada vez más dominante, lo que confirma que las vacunas actualizadas tienen el potencial de ofrecer protección a medida que el virus continúa evolucionando rápidamente para escapar de nuestra inmunidad”.
De 600 a 700 implantes cocleares al año
Especialistas estiman que, en el país entre 600 y 700 pacientes cada año reciben un implante coclear. MED-EL, líder en soluciones médicas auditivas, explica que las causas más comunes de esta discapacidad están asociadas a enfermedades, traumatismos o problemas hereditarios. El Tamiz Auditivo Neonatal (TAN) ha sido de gran ayuda, porque es a través de este estudio que se detecta, desde temprana edad, si existe un problema en la recepción del sonido. Del global de los candidatos a implante coclear, el 50% son niños a los que les colocaron su dispositivo antes de los dos años de edad, permitiéndoles alcanzar un dominio de sus capacidades auditivas básicas con las que son capaces de comprender una conversación, sin recurrir a la lectura labial y mejorar su percepción del habla.