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Opinión

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El deporte de perder dinero

Hay algo que la 4T hace muy bien: derrochar recursos públicos de los contribuyentes sin mayores consideraciones ni análisis presupuestales. Los campeones en tirar dinero son CFE Y PEMEX. El gobierno le inyecta cada vez más dinero a lo que son dos cadáveres. Técnicamente PEMEX está quebrada, pues su deuda de 105,000 millones de dólares excede el valor de su patrimonio. En la semana se reveló algo de escándalo: que a PEMEX y la SHCP se les “olvidó” incluir en el presupuesto federal 10,000 millones de dólares de vencimientos de deuda de la empresa en este año. Se requerirán ahora reasignaciones de gastos presupuestales. Asimismo, en días recientes PEMEX efectúo una colocación de 2,000 millones de dólares en bonos a un costo muy alto, ya que los colocó a un rendimiento de 10.375% con vencimiento en 2033. Este elevado costo de endeudamiento es reflejo de la precaria situación financiera y agrava aún más los problemas de la empresa estatal a mediano plazo.

Prácticamente no hay entidad pública que no pierda dinero. Está, por ejemplo, el caso del Fondo de Cultura Económica (FCE) que, sin tratarse de las monstruosas cifras de CFE y PEMEX, es una máquina de perder dinero año tras año. Su déficit en 2023 se estima en 170 millones de pesos. La problemática del FCE empieza con quien ocupa la dirección general, Paco Ignacio Taibo II. Desconozco si es un buen escritor, pues nunca he leído nada de su obra, pero me queda claro que administrador no es y no conoce el medio editorial. Personaje muy ideologizado, al llegar al puesto señaló que su misión era quitarle lo neoliberal al FCE y por ello su primera acción fue cambiar totalmente la línea de la revista El Trimestre Económico. Décadas de prestigio de esta publicación técnica se convirtieron en basura. 

Los cuatro años de Taibo II al frente del FCE han sido un desastre: malas decisiones tomadas con desparpajo, arrogancia y prepotencia; disponer del presupuesto a su albedrío; deterioro institucional yendo en contra de la visión que tuvo Cosío Villegas al fundarlo en 1934; año con año publica menos títulos y las ventas van a la baja; sus sucursales, incluidas las de otros países, enfrentan problemas financieros y varias están al borde del cierre; manejo arbitrario del personal, asignándolos con sueldo a otras dependencias; no se ha concretado la fusión de la Dirección General de Publicaciones de la Secretaría de Cultura planteada desde hace cuatro años; y se desconoce la estrategia de hacia dónde quiere llevar, para bien o para mal, a esta casa editorial. El manejo y descuido del FCE es una muestra más del desdén que tiene la 4T hacia la cultura, que al igual que la ciencia, acusa de ser “inaceptablemente neoliberal”.

El principal apoyo de Taibo II es Beatriz Gutiérrez. Ello le permite manejar al FCE y sus recursos con impunidad y en forma patrimonialista. Al igual que en PEMEX, CFE y cualquier otra entidad pública, mientras no haya plena transparencia de gestión y una escrupulosa rendición de cuentas con responsabilidades administrativas y sanciones, se mantendrá el feliz deporte de perder dinero público. 

Twitter: @frubli

Economista egresado del ITAM. Cuenta con Maestría y estudios de doctorado en teoría y política monetaria, y finanzas y comercio internacionales. Columnista de El Economista. Ha sido asesor de la Junta de Gobierno del Banxico, Director de Vinculación Institucional, Director de Relaciones Externas y Coordinador de la Oficina del Gobernador, Gerente de Relaciones Externas, Gerente de Análisis Macrofinanciero, Subgerente de Análisis Macroeconómico, Subgerente de Economía Internacional y Analista.

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