Lectura 4:00 min
El paso a paso para empezar a invertir (XIV)
(Parte 14)
Antes de hablar de otros portafolios de inversión menos simples de los que ya hemos mencionado en columnas anteriores, quiero enfatizar uno de los aspectos más importantes sobre las inversiones y en los que poca gente pone atención: el costo.
La verdad es que un costo por administración del 1.50% anual (como la que cobran muchos fondos de inversión en México, algunos incluso más) puede hacer una gran diferencia en el valor de nuestro portafolio a lo largo del tiempo. Es el mismo efecto que el interés compuesto, pero en contra nuestra.
El rendimiento anual nominal (antes de inflación) del Índice S&P500 en Estados Unidos, desde enero de 1957 hasta diciembre del 2021, es de 10.67%*. Pero si quitamos la inflación, el rendimiento real es de 6.80% anual. Si a eso todavía le quitamos una comisión por administración de 1.50% anual, nuestro rendimiento se reducirá a 5.3% (no es el cálculo exacto, pero se aproxima bastante). La comisión parece pequeña, pero en realidad es bastante: está reduciendo nuestro rendimiento en 22%, dinero que estamos pagando al administrador del fondo. A largo plazo, ese impacto es muy significativo.
Hagamos entonces un ejercicio sencillo (cálculo simplificado para fines meramente ilustrativos). Pensemos en alguien que realiza una inversión inicial de 100,000 pesos a inicios del año y añade cada año 60,000 pesos (equivalente a 5,000 mensuales) durante los siguientes 29 años (30 años en total). Esta persona obtiene retornos similares a los que ha obtenido el Índice S&P500 en el periodo señalado, es decir, un rendimiento real de 6.80% anual. Me gusta hacerlo en términos reales y no nominales, para ver el resultado con dinero que tendrá el mismo poder adquisitivo y no generar una ilusión.
Comparemos los siguientes escenarios:
1. Puede invertir directamente sin pagar ningún costo o comisión (esto es imposible, pero sólo para efectos comparativos).
2. Invierte en el fondo ACTI500 que replica el Índice S&P500 y que cobra las siguientes comisiones:
a. Una comisión por cada compra de 1% más IVA
b. Una comisión anual de 1.54% (por simplicidad, la calcularemos sobre el valor de la inversión y sus rendimientos al final del año).
3. Invierte en el ETF VOO que sólo cobra una comisión anual de tan sólo 0.03% anual (la calcularemos de la misma manera que en el punto anterior). También consideraremos que el inversionista tiene que pagar a la casa de bolsa una comisión por cada compra de 0.25% más IVA. Al final del periodo (año 30), pagará una comisión por venta del 0.25% más IVA.
Los resultados hablan por sí mismos y reflejan por qué es muy importante buscar instrumentos eficientes y de muy bajo costo. El impacto de las comisiones que pagamos puede ser mucho más grande de lo que nos imaginamos. En un largo plazo, pueden significar una enorme diferencia (más de 25% de nuestro patrimonio). Recordemos que todo está en términos reales: el mismo poder adquisitivo de hoy.
Es importante aclarar que hay compañías (aseguradoras, firmas de asesoría en inversiones que han desarrollado sus apps) que ofrecen acceso a ETFs de manera “simple” pero que por el “privilegio” cobran cuotas adicionales por administración. Hay que tener mucho cuidado: ya ilustramos el efecto de estos costos añadidos. Recordemos: comprar un ETF nosotros mismos puede ser tan simple como comprar una acción. Sólo hay que tener cuidado con el precio ya que en México se cotizan en pesos, cuando su valor está en dólares. Hablaremos de esto en la siguiente entrega.