El presidente, el individuo y la Constitución

El presidente habla y habla y, como su pecho no es bodega, dice muchas barbaridades. Una de estas ocurrió el pasado 5 de febrero durante la ceremonia para conmemorar el 105 aniversario de la promulgación de la Constitución, cuando afirmó que en su concepción “en los últimos tiempos, durante todo el periodo liberal en lugar de avanzar, retrocedimos en cuanto a los derechos establecidos en la Constitución; no se legisló en favor del pueblo, sino a favor de minorías, se entregaron bienes de la nación a particulares, nacionales y extranjeros. Hubo graves retrocesos”.

En su aseveración, el presidente comete varias equivocaciones que vale la pena señalar porque nos deja ver su visión de lo que debe ser el Estado y cual tendría que ser el rol del individuo.

Primero por lo último. Durante el periodo “neoliberal” que suponemos abarca el periodo 1983 - 2018, es decir durante las presidencias de de la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña, no se entregó ningún bien de la nación a los particulares. La propia Constitución, en su artículo 27 establece cuáles son los bienes y recursos propiedad de la Nación (básicamente la tierra, el agua y todos los recursos naturales sean superficiales o subterráneos). Durante el proceso de privatización de empresas gubernamentales, lo que se vendió fueron fierros y, en algunos casos, se otorgó el derecho de explotación de un recurso a cambio, siempre, del pago de una contraprestación; ningún bien de la Nación se privatizó.

Si el presidente López piensa que la explotación del petróleo por parte de particulares o que la generación de electricidad por parte de empresas privadas es haber “entregado” un bien de la Nación, claramente está equivocado. En el caso del petróleo, éste sigue siendo un recurso propiedad de la Nación y las empresas privadas, bajo diferentes esquemas (pago de un derecho, producción compartida o utilidad compartida) lo único que hacen es extraerlo y venderlo; el Estado obtiene una renta sin incurrir en costos ni riesgos. En el caso de electricidad, el control del sistema eléctrico lo tiene el Estado (CENACE y CRE) así como toda la infraestructura de transmisión y distribución, actividades realizadas monopólicamente por la CFE.

Vayamos ahora a la primera parte de la aseveración del presidente. Es precisamente durante el periodo “neoliberal” que hubo significativos avances en el arreglo constitucional en materia de libertades y derechos individuales y, consecuentemente, a favor del pueblo.

Primero y de suma importancia, en la reforma del 10 de junio de 2011, el nombre del capítulo I del Título I de la Constitución pasó de ser de “De las garantías individuales” a “De los Derechos Humanos y sus Garantías”. Con esta simple, pero crucial modificación se reconocen, por fin, los derechos individuales, naturales e inviolables, y la obligación del Estado de protegerlos y garantizarlos.

Segundo, es durante el periodo “neoliberal” que se agregan varios “derechos sociales” en el artículo 4 constitucional, mismos que se los apropian y ejercen cada uno de los individuos. A saber: a la protección de la salud (03/02/1983), a un medio ambiente sano (28/06/1999), de acceso a la cultura (30/04/2009), a la cultura física y a la práctica del deporte (12/10/2011) y al acceso al agua potable (08/02/2012).

Es también durante este periodo que, en materia económica y con un claro beneficio para el pueblo, en 1993 se le otorga la autonomía al Banco de México, con el mandato de procurar la estabilidad de precios y se crean la Cofece y el IFT, mismas a las que en el 2013 se les otorga la categoría de órganos autónomos del Estado. No hay nada más dañino para los pobres que la inflación y la ausencia de competencia en los mercados.

El presidente quisiera un arreglo institucional con un Estado todopoderoso, sin contrapesos, uno que decide prácticamente todo, inclusive que pensar, uno en donde el individuo es solamente un engranaje más de ese aparato estatal. Quisiera un país sin libertades individuales; a eso se ha dedicado los últimos tres años.

Twitter: @econoclasta