El tema que se discute no es el correcto

Si se concentra la atención en lo importante, se corre el riesgo de dejar de lado lo urgente: Macraf

En términos económicos, hay dos condiciones necesarias para que exista un proceso de crecimiento, la primera es la captación de inversión y la segunda, la existencia de un Estado de Derecho, siendo este último, la aplicación y cumplimiento de la ley sin distingo alguno, la falta de alguna de estas dos condiciones, genera un desbalance importante en el proceso de crecimiento económico que en sencillas palabras implica, el deterioro en la posibilidad de producir bienes y servicios para la satisfacción de las necesidades de la población. 

Uno de los principales bienes que toda persona busca satisfacer es la seguridad, por lo tanto, la existencia del Estado de Derecho se torna indispensable por que además, potencializa la captación de inversión que finalmente se convertirá en empleo y consumo, dado que, se debe pagar a quien desarrolla el trabajo.

Dado lo anterior, debe existir una estrategia que asegure la integridad física, psicológica y material de los ciudadanos, sin embargo, en nuestro país parece no existir y para prueba basta recordar los actos de violencia y delincuencia a lo largo y ancho del territorio nacional, la famosa estrategia de “abrazos no balazos” ha sido un fracaso. De acuerdo con el Índice de Paz México 2022, publicado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP) en 2021, el impacto económico de la violencia en México, tuvo un costo equivalente al 20.8% del PIB nacional, en pesos y centavos, estamos hablando de cerca de 243,000 millones de dólares, si bien es cierto de acuerdo con este estudio hay una disminución con respecto al 2020, la magnitud de las cifras, obliga a analizar el tema, el impacto equivale a 7 veces la inversión realizada por el gobierno en atención médica y 6 veces mayor que lo gastado en educación, la pérdida supera de manera significativa el gasto realizado en seguridad pública y en el sistema judicial que apenas llega al 0.63% del PIB.

Sin embargo, es importante acotar que el costo más alto de la falta de una estrategia en el tema de seguridad, es el nivel de homicidios dolosos que después de cuatro años de este gobierno, alcanza la cifra de 3,000 en promedio al mes, suficiente para solicitar un cambio en el rumbo de la política de seguridad, porque estamos hablando de la vida de padres, madres, hermanas, hijos, amigos, abuelos, en fin, personas que no tenían la culpa de lo que sucedía a su alrededor, y han tenido que pagar un costo muy alto. Se podrían seguir dando datos como por ejemplo que el impacto económico del nivel de la violencia en el país equivale a 5 veces el salario promedio mensual, esto es, 38,196 pesos o que la disminución en 1% del impacto económico de la violencia es equivalente al gasto del gobierno federal en ciencia, tecnología e innovación en 2021, pero lo realmente importante, radica en qué se está haciendo para solucionar el problema.

La solución del problema de seguridad, permitiría arreglar muchos otros temas en términos económicos, sentando las bases necesarias para ser más atractivos a la inversión, desafortunadamente, la discusión está centrada en la dependencia de la Guardia Nacional y la cantidad de efectivos que la integran, cuando en la realidad, ese no es el tema que importa, da igual si es una institución civil o dependiente del ejército, si tiene 10 elementos, 1,000 o un millón, el tema importante es, la falta de una estrategia real, que evite el alto costo económico y social cuyos estragos, se ven reflejos además de en los bolsillos de los ciudadanos, en el alto costo de vidas humanas.

* El autor es académico de la Escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana, conferencista, consultor experto en temas económicos, financieros y de gobierno, director fundador del sitio El Comentario del Día y conductor titular del programa Voces Universitarias.

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