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Opinión

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Estado de extorsión

La sociedad donde las personas se hacen ricas por el soborno y no por el trabajo está condenada al fracaso... Ayn Rand, 1957.

Más allá de la nota roja sobre la inseguridad, y su indudable impacto negativo sobre el clima de inversión, está el deterioro en el régimen regulatorio -la forma impune en la cual autoridades abusan del poder regulatorio para extorsionar a familias, individuos y empresas con una gama de sobornos, mochilas , mordidas y otras modalidades de gratificación financiera. El Estado de Derecho, así visto, ha sido remplazado por un Estado de extorsión.

Un agente económico de escasos recursos quisiera complementar su ingreso familiar con la operación de una pequeña taquería en su vecindario.

Es excelente cocinero, y su esposa complementa bien el trabajo cotidiano. Le empieza a ir bien, muy contento, incluso renuncia a su labor actual en un plantel de seguridad de una empresa privada. A la semana, lo visita un inspector de la delegación, pidiéndole la aportación obligada. Al no reunir lo suficiente para cumplir con este costo de entendimiento, este proyecto queda en clausura indefinida.

Otro personaje, de diferente decil económico, opera tres restaurantes, que tienen como cliente objetivo a familias con hijos de temprana edad. Al igual, le va bien; con todo y crisis, genera ingresos, expansión y empleo. Pero la autoridad local ha secuestrado uno de sus proyectos, hasta que aporte la cantidad obligada. El joven empresario teme denunciarlo, aun a pesar de estar casado con una mujer bien posicionada en el gobierno, por temor a un efecto dominó que, en cascada, acabe al instante con su negocio. Una exitosa empresa hotelera diseña un plan de negocios para un centro de conveniencia con dos hoteles, en un sitio tropical. Es una inversión equivalente a casi 300 millones de pesos, con capacidad para generar empleo, desarrollar cadenas, contribuir al crecimiento. Pero el representante del presi (Presidente municipal) pide cita con el director de desarrollo, y le informa que ¡deberán negociar el precio de la licencia de construcción! Es como negociar un secuestro, dice el director. Pasan 10 meses, sin resolución, por lo cual vence el plazo para ejercer el crédito bancario que se había asegurado. Ahora, se aguarda la resolución por parte del Consejo de Administración para analizar dónde se reubica el proyecto, o si se cancela en forma definitiva.

Un manejador de fondos de inversión ángel encapsula el problema con una ironía fulminante: lo peor de hacer negocios en México es la corrupción; lo mejor es, también, la corrupción; porque sólo así podemos salir de un estado de extorsión a uno donde se pueda salir adelante.

rsalinas@eleconomista.com.mx

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