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Opinión

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Fonsabi, la gran simulación

“La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía”

Proverbio árabe

Hoy estimados lectores, tenemos evidencias proporcionadas por el gobierno de Morena que el fondo de salud para el bienestar (Fonsabi) fue la gran simulación para permitirle a Juan Ferrer saquear los dineros del mismo —miles de millones— con fines obscuros, en detrimento de la atención de padecimientos catastróficos de los más desprotegidos y vulnerables, violando el principio constitucional pro persona del derecho de la protección de la salud.

El 21 de junio de este año, veintitrés días después de la publicación en el diario oficial de la federación (DOF) que diño sepultura al inútil INSABI, su director general Juan Ferrer “presentó en sociedad”, en 244 páginas, su “Informe anual de autoevaluación” del periodo 1 de enero al 31 de diciembre de 2022. En las páginas 221 a 226 se muestra cómo fue saqueado el Fonsabi en detrimento de la calidad de vida, la salud e incluso la vida de miles de mexicanos que dejaron de ser atendidos de padecimientos como todos los cánceres en menores de edad.

El Fonsabi, es un fideicomiso público sin estructura orgánica, constituido en términos de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria en una institución de banca de desarrollo, en el que el Instituto de Salud para el Bienestar funge como fideicomitente, y que tiene como fin destinar los recursos que integran su patrimonio a la atención de enfermedades que provocan gastos catastróficos; la atención de necesidades de infraestructura preferentemente en las entidades federativas con mayor marginación social, y a complementar los recursos destinados al abasto y distribución de medicamentos y demás insumos, así como del acceso a exámenes clínicos, asociados a personas sin seguridad social.

Se considerarán gastos catastróficos a los que se derivan de aquellos tratamientos y medicamentos asociados, definidos por el Consejo de Salubridad General, que satisfagan las necesidades de salud mediante la combinación de intervenciones de tipo preventivo, diagnóstico, terapéutico, paliativo y de rehabilitación, con criterios explícitos de carácter clínico y epidemiológico, seleccionadas con base en su seguridad, eficacia, pago, efectividad, adherencia a normas éticas profesionales y aceptabilidad social, que impliquen un alto costo en virtud de su grado de complejidad o especialidad y el nivel o frecuencia con la que ocurren.

El Fonsabi vino a sustituir al conocido como Fideicomiso del Fondo de Protección Social en Salud que cubría con el 73% de sus recursos, el fondo de gastos catastróficos para atender a unas cuántas enfermedades al inicio y que cubría en 2019 a 66 intervenciones de padecimientos de alto costo. El Fonsabi ha sido una verdadera “pantalla” para el saqueo de los recursos acumulados desde la entrada en vigor el SP en 2004 como muestro a continuación.

  1. A diferencia del último informe del Seguro Popular del mismo Juan Ferrer, en su calidad de último comisionado, donde se mostraba con transparencia el número de casos (personas) autorizados, validados y pagados en el año 2019, desglosados por tipo de padecimiento, entidad federativa y monto pagado. Ahora en su último informe anual 2022, ¡no hay ningún dato!, cero casos reportados, colocando para disimular el saqueo, una tabla donde relaciona el pago de 56 millones de pesos a cinco laboratorios y a los servicios de salud de Guerrero. 
  2. En diciembre de 2019, último año del Fideicomiso del Seguro Popular, el Fonsabi recibió la cantidad de 105,873.3 millones de pesos (mdp).
  3. En el año 2020, a los 105,873.3 mdp, se sumaron 46,305.7 y 6,266.9 mdp de aportaciones y rendimientos financieros. Del total de 158,445.9 mil mdp, reportan el gasto de 56,469.1 mil mdp.
  4. En el año 2021 al saldo de 101,974.1 millones se acumularon 46,703.5 y 5,227.9 mdp, de aportaciones y rendimientos financieros, dando un total de 199,546.3 mdp. Reintegraron a la Tesorería de la Federación (Tesofe) 33 mil mdp y “egresaron” 73,512.2 mdp. Ojo, de los cuáles sólo 7,824.6 se destinaron a la atención a enfermedades que provocan gastos catastróficos (7%).
  5. En el año 2022, al saldo 93,031.2 mdp se acumularon 42,330.4 y 9,516.9 mdp de aportaciones y rendimientos financieros dando un total de 146,762.6 mdp. Reintegraron a la Tesofe 58,166.2 mdp y, sólo pararon 1,027.6 mdp para la atención a enfermedades que provocan gastos catastróficos (1%) y 1,412.3 mdp para la atención a necesidades de infraestructura (2%).
  6. Al segundo trimestre de este 2023, al saldo de 75,205 mdp se acumulan 4,575.1 y 3,887.2 mdp de participaciones y rendimientos financieros, dando un total de 83,667.2 mdp. Han reintegrado a la Tesofe 38,354.9 mdp, quedando un saldo de 33,616 mdp, desapareciendo el resto.
  7. Ninguna enfermedad ha sido incorporada en este sexenio para ser cubierta con el Fonsabi.

En conclusión para ilustrar el saqueo, en lo que va de este sexenio, la suma del saldo recibido en diciembre del 2020 más las aportaciones y rendimientos financiaron suman 318,211.6 mdp, de los cuales sólo ¡el tres por ciento! se han utilizado para los “fines del Fonsabi”. Esto a reserva de seguir explorando los datos entre las tinieblas y la opacidad conque este gobierno lo ha hecho.

¿Tenemos información para determinar si los recursos remanentes se han destinado al fortalecimiento de las acciones en materia de salud? No, por dos factores: 1) Por el uso del verbo "poder" en futuro indicativo en la Ley General de Salud que abre la posibilidad de que los remanentes no se hayan utilizado para el tema y; 2) Por la evidencia y resultados del Coneval sobre el incremento en el número de personas con carencias por acceso a servicios de salud. Pero justamente por esa falta de información (disposición) que esta afirmación no puede ser concluyente.

Sin embargo, si los recursos de los remanentes no fueron destinados a acciones en materia de salud, una vez que están a disposición de la Tesorería de la Federación (Tesofe), existe la posibilidad de que dicha instancia recurra a la aplicación de ciertos procedimientos que le permite la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH) y de la atribución que le da la Ley de Ingresos de la Federación 2022 y 2023 en su artículo transitorio Décimo Cuarto sobre el uso del remanente. El artículo 2 de la LFPRH, considera que los remanentes de recursos del presupuesto modificado (una vez que se hayan cumplido las metas establecidas) serán considerados como ahorros presupuestarios o economías, utilizándolos para compensar las disminuciones de ingresos previstos en la ley de ingresos como mecanismo de disciplina presupuestaria, mismo que permite la LFPRH mediante el artículo 21. 

Lo que sí queda más que evidente, es que el Fonsabi ha sido la gran simulación para saquearlo con fines no destinados a la salud, con un alto costo para el bolsillo y la vida de 73 millones de mexicanos sin seguridad social durante el gobierno de Morena y su cuarta transtornación (sic.)

#IMSS-Bienestar #PEF2024 #LeyDeIngresos

Éctor Jaime Ramírez Barba es médico especialista en cirugía general, certificado en salud pública, doctorado en ciencias de la salud y en administración pública, y es diputado reelecto del grupo parlamentario del PAN en la LXV Legislatura.

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Éctor Jaime Ramírez Barba es médico cirujano, especializado en salud pública, doctorado en ciencias de la salud y en administración pública, y es diputado reelecto del grupo parlamentario del PAN en la LXV Legislatura.

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