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Opinión

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¿López Obrador del lado de los halcones?

¿Cómo podría reaccionar el presidente Andrés Manuel López Obrador ante un aumento más acelerado de las tasas de interés en México y una postura totalmente restrictiva en el mensaje de la Junta de Gobierno del Banco de México?

Sea cual sea su reacción, ante un posible aumento de 75 puntos base en la siguiente decisión de política monetaria y un mensaje de asumir una posición restrictiva, ojalá que en ninguno de los integrantes de la Junta de Gobierno influya su forma de pensar y actuar.

Qué bueno que exista esa comunicación directa entre el López Obrador y la gobernadora del Banxico, Victoria Rodríguez Ceja. Qué bueno que sean reuniones que no se escondan y qué bueno que el propio Presidente acote que en sus reuniones para hablar de temas “hacendarios y de inflación” son con funcionarios públicos y del autónomo Banco de México.

Maravilloso que se haya dado a la tarea de repetir eso como un mantra después de su pifia de adelantar que subirían las tasas de interés y con ello comprometer a la entrante gobernadora.

Mientras estemos en esta fase de presiones inflacionarias que no ceden, de tasas pasivas que se mantienen negativas y de ubicar la inflación como el principal problema que enfrenta la economía, es muy probable que exista consenso entre la autoridad fiscal del país, o sea el presidente López Obrador, y la autoridad monetaria, esto es, el Banco de México.

Pero va a llegar el momento en que, afortunadamente, se logre contener el incremento tan acelerado de los precios y las tasas de interés se mantengan altas. En ese punto iniciará una discusión sobre la velocidad de normalización de la política monetaria y es ese tipo de discusiones las que suelen enfrentar a Hacienda, hoy la presidencia, y el Banco de México.

Si atendemos a los indicios que nos han dado las políticas públicas del presidente López Obrador lo podemos ubicar ideológicamente de lado de los halcones.

No hizo absolutamente nada para procurar que la economía no se derrumbara de la forma en lo que lo hizo durante el 2020. Dejó a millones de empleados y empresas a su suerte sin ayudas o estímulos.

Pero cuando la preocupación principal se giró hacia los altos niveles inflacionarios, no dudó en poner al servicio de la contención de los precios la recaudación de un impuesto tan importante como el IEPS que se aplica a los combustibles.

Sonaba más progresista apoyar a los empleados de más bajos ingresos para no hundirse en plena pandemia que subsidiar de manera regresiva a los automovilistas.

Parece algo muy neoliberal, pero también pinta a que no debería haber mayor oposición mañanera a que el Banco de México se encargue con todo su arsenal disponible a que controle las presiones inflacionarias durante varios trimestres.

Es un costo alto para las finanzas públicas el sacrificar el IEPS de las gasolinas, pero es una medida que ha resultado efectiva para que no se eleve mucho más la inflación. Se ve que el Presidente está del lado de los halcones monetarios.

Inflación y Banxico

Sin techo

En el quinto mes del año la inflación se ubicó en 7.65%, nivel por arriba de 7.61% esperado por el mercado.

La meta

Banco de México, tiene una meta de inflación de 3% más o menos un punto porcentual, por lo que ha aumentado su tasa de interés de referencia desde mediados de 2021.

Alzas mayores

Funcionarios del banco central abrieron la posibilidad de adoptar un alza más significativa de su tasa que las realizadas desde que arrancó un ciclo restrictivo de 50 puntos base.

ecampos@eleconomista.mx

Su trayectoria profesional ha estado dedicada a diferentes medios. Actualmente es columnista del diario El Economista y conductor de noticieros en Televisa. Es titular del espacio noticioso de las 14 horas en Foro TV.

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