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López Obrador se autoengaña en materia económica
Hay mucha astucia política en llevar al terreno de la confrontación un resultado económico tan malo, como el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de apenas 0.1% durante el segundo trimestre.
Entre su clientela, el crecimiento de 1 décima por arriba del 0 se convirtió en un triunfo. Ha sido materia prima durante las últimas horas para denostar a sus adversarios en las benditas redes sociales.
No les funcionó su pronóstico a los expertos, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, ante el consenso que había de que en el lapso abril-junio se daría un crecimiento negativo del PIB.
Cuando lo que realmente no funcionó fue la política económica de la actual administración que prometió tasas de crecimiento de 4% para este año. O incluso, la tasa revisada y con apuesta presidencial de alcanzar 2% para todo este 2019.
Y si el resultado obtenido es visto como un triunfo y como una evidencia de que la economía va muy bien, está claro que no podemos esperar ningún cambio en la manera de conducir no sólo la aplicación presupuestal, sino el envío de señales a los agentes económicos.
Basta con cambiarle la base de comparación al resultado de la economía durante el segundo trimestre para que se pase al terreno negativo. Pero, en fin, la autoridad estadística en México cuenta con toda la confianza de que maneja con pulcritud y honestidad las cifras de este país.
Habrá que ver la cifra definitiva del comportamiento del PIB del segundo trimestre, a publicarse el 23 de agosto, para ver si se mantiene ese dato. Pero eso será parte de la historia económica de México.
Hacia adelante, además de muchas de las decisiones a veces sorprendentes de este gobierno, hay que esperar los criterios económicos para el 2020 y el resto del Paquete Económico, a presentarse antes del 8 de septiembre.
Porque es la fecha en que López Obrador insiste en que este año la economía va a crecer 2%, independientemente de las evidencias de que eso es prácticamente imposible.
Pero si cree que la economía crecería algo así como 3.8% durante este segundo semestre, ¿por qué no esperar que el presidente mande incluir en los criterios macroeconómicos para el 2020 un crecimiento esperado de 4%, que sirva de base para estimar ingresos y gastos?
Es un peligroso proceso de autoengaño en el que ha caído el presidente. Porque no puede sostener hoy que vamos requetebién y en poco más de un mes presentar un documento oficial que deje ver lo contrario. La realidad lo desmentiría.
Es muy peligroso que no se pise suelo firme al momento de hablar de la economía cuando se es presidente de la república. El festín por el fracaso de los analistas neoliberales, de mala fe y neoporfiristas es alimento político para sus bases. Hacer malos cálculos con base en mentiras es otra cosa.
En el Paquete Económico del 2020, las estimaciones macroeconómicas del siguiente año, tienen que ser impecables, con ese toque de realidad que conserva la Secretaría de Hacienda. Más vale que López Obrador los critique y asegure que él tiene otros datos, a que vaya a dictar un paquete de iniciativas legislativas de fantasía económica.