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Los inmigrantes aportan mucho al estado de Mike Pence
Años antes de que fuera candidato a la presidencia de su país, Donald Trump ya expresaba, a través de su cuenta de Twitter, @realDonaldTrump, el desprecio que desde quién sabe cuándo siente hacia México y los mexicanos.
Su primer tuit antimexicano fue el 19 de julio del 2013, cuando recomendó así un artículo que recién había leído en el sitio Investor’s Business Daily: “Gran lectura de @VDHanson: ‘La hipocresía de México es evidente en su propia política estricta hacia los inmigrantes’”.
Desde entonces a la fecha han abundado los insultos y, cuando le han convenido, los halagos a los funcionarios públicos mexicanos. También las amenazas, a veces cumplidas, de imponer aranceles o cuotas a nuestras exportaciones, gravar las remesas que millones de paisanos mandan a sus familiares en México, cobrarles a los mexicanos para la construcción de su muro fronterizo. Antes se expresaba muy favorablemente sobre el exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray, hoy elogia al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desde el 15 de julio del 2016, cuando Trump lo designó como su compañero de fórmula, Mike Pence no ha manifestado nunca estar en desacuerdo con su jefe cada vez que éste se refiere a nuestro país.
Al callar, el exgobernador de Indiana opta por ignorar un hecho recientemente demostrado: que los inmigrantes, entre ellos los que provienen de México, contribuyen de manera importante a la vida económica y social de su estado.
De acuerdo con un estudio difundido en mayo del año pasado por el Centro de Investigación de Negocios y Economía de la Universidad Estatal de Ball, ubicada en Muncie, Indiana, “la inmigración en Indiana es importante desde el punto de vista fiscal, educativo y demográfico, y probablemente marca un entorno de oportunidades económicas cada vez mayores. En general, la inmigración, independientemente de que sea legal o ilegal, es una fuente importante de salud fiscal, económica y demográfica para el futuro de Indiana (...) Los inmigrantes pueden representar la mejor oportunidad para el crecimiento de la población en estas comunidades en el futuro previsible. Estos recién llegados reforzarán los mercados laborales locales, llenarán las aulas y se convertirán en miembros que contribuirán a nuestras comunidades”.
En los años recientes, la mayoría de los inmigrantes a Indiana llegaron de México (31.6%), India (9.1%), China (7.9%), Filipinas (3.3%), Myanmar (2.9%) y de otros países 45.2% restante.
El estudio señala que los inmigrantes “no sólo están mejor educados que la población predominante del estado, sino que sus tasas de logro educativo están aumentando, mientras que las tasas siguen siendo relativamente estáticas para los indianeses nativos”.
“El estudio determinó que los inmigrantes son contribuyentes netos a los programas federales y estatales de asistencia pública y social y que los inmigrantes, incluidos los trabajadores indocumentados, no sólo contribuyen al sistema de servicios públicos a través de impuestos sobre la renta, a la nómina, a las ventas y a la propiedad, sino que tienden a usar menos servicios que la población nativa y reciben menos beneficios cuando lo hacen”.
Siempre he señalado que los inmigrantes contribuyen positivamente a la economía estadounidense. Este estudio lo ratifica para el estado que un día gobernó el cómplice callado de Donald Trump.
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