Malas prácticas en el Sindicato de Trabajadores del Poder Judicialde la Federación

La ministra Norma Lucía Piña Hernández y los ministros de la SCJN, además de lidiar con el vecino Palacio Nacional, deben cuidarse del sindicato. Así las cosas, querido lector, vemos líderes, pero desconocemos intereses. El poder judicial no está para infiernitos. Hasta la próxima.

Muchas paradojas se viven en el Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial de la Federación. Ariel Pérez Ramírez Contreras, secretario de Conflictos, no entendió que en su cartera se deben resolver los conflictos, no avivarlos..

En su ya larga carrera sindical, se ha distinguido más como un activista que por su talante jurídico. Suponemos que en el poder judicial federal, en los conflictos entre trabajadores y patrones, se debe imponer la Ley, no el golpeteo y el gandallaje jurídico.

El modus operandi de este gánster sindical es tan viejo como ineficiente. Al representar a sus agremiados en las audiencias, resulta grosero, prepotente y altanero. Posteriormente, levanta demandas por acoso laboral, maltrato y cualquier cosa sin pruebas suficientes.

Para documentar esto, en 2020, este personaje levantó una queja por acoso laboral, maltrato e impunidad contra la Magistrada Gloria Avecia Solano, simplemente porque la magistrada despidió a un trabajador sindicalizado.

Aunque asiste el derecho de los trabajadores a una adecuada defensa y al cese inmediato de los funcionarios que violentan sus derechos laborales, es sabido que las denuncias de Pérez Ramírez son una estrategia de golpeteo sindical. Él sabe que carece de razón jurídica y que sus representados serán despedidos.

Esperemos que el reelecto Gilberto González Pimentel, líder del Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial de la Federación (STPJF), quiera transitar en su segundo periodo por rutas que defiendan a los trabajadores más que con acciones estridentes que solo alimentan las redes sociales y el desprestigio del poder judicial, donde usted más bien que mal ha hecho su carrera laboral.

Recuerde, Don Gilberto, que una manzana podrida echa a perder toda la canasta.

La ministra Norma Lucía Piña Hernández y los ministros de la SCJN, además de lidiar con el vecino Palacio Nacional, deben cuidarse del sindicato, así las cosas.

Querido lector, vemos líderes, pero desconocemos intereses. El poder judicial no está para infiernitos.

Hasta la próxima.

Twitter: @ErosalesA