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No es cierto: no hay medicamentos gratuitos para todos
Entre las mentiras del informe presidencial de ayer están los datos que dio sobre salud, y que son ofensivas sobretodo para los pacientes que viven la angustia por la falta de atención y de medicinas e insumos elementales en hospitales debido a la sostenida austeridad..
López Obrador dijo que estamos mejor que Dinamarca, que IMSS Bienestar es el sistema más eficaz del mundo, y que con el mismo presupuesto se logró cobertura de medicamentos gratuitos para todos.
Nada de eso tiene bases.
La realidad es que el actual gobierno destruyó el esquema de adquisiciones de medicamentos, anduvo buscando el hilo negro intentando diversas modalidades de compras y en 6 años no encontró la manera de reparar la cadena de insumos, destruida por la misma autoridad con el argumento de la corrupción, misma que seguro sí la hubo y la hay, pero no fue evidenciada ni combatida.
Pero además las medidas magnificaron su impacto generando carencia también en farmacias privadas. Una de las cosas por las que este sexenio será recordado es la crisis detonada por falta de quimioterapias para niños con cáncer entre 2020 y 2021. Y esa historia de desabasto se repitió con la carencia de medicamentos neuropsiquiátricos entre 2022 y 2023, a partir de que Cofepris cerró una planta de Psicofarma sin asegurarse de que otros productores cubrieran la demanda; prácticamente lo mismo que había sucedido con Grupo Pisa y el cierre de plantas para producir las quimios más comunes dejando sin tratamiento a pacientes oncológicos.
Sobre la cobertura de medicamentos para todos, no hay números oficiales que lo sostengan porque justamente una de las características de la actual administración es una falta total de transparencia, de modo que no hay reportes formales sobre montos y volúmenes de dichas compras. Lo bueno es que sí hay organismos privados que dan seguimiento puntual y que evidencian los pésimos resultados en compras públicas. En salud, en vez de comprar más con menos, sucedió al revés.
El Instituto Farmacéutico (Inefam) recién generó una línea de tiempo muy útil que refleja con claridad el comportamiento del mercado público de medicamentos en los últimos 10 años.
Hablando de la inversión, entre 2014 y 2018 se mantuvo más o menos estable oscilando entre 55,000 y 67,000 millones de pesos (mdp) el presupuesto dedicado a medicamentos en el primer semestre de cada año.
Incluso ya en el actual sexenio -entre 2019 y 2021- no hubo al inicio gran variación (pese a que prometían en el PEF grandes incrementos, en los hechos no se concretaron), pero en 2022 y 2023 sí se elevó a 84,700 y 85,350 mdp respectivamente lo que el sector público dedicó a medicamentos entre enero y junio de cada año.
Ese mayor presupuesto lo lógico es que debió haber servido para comprar más unidades para cubrir a más pacientes. Pero no.
Lo triste y que explica el interminable desabasto, es que en este sexenio bajó notoriamente el número de piezas de medicamentos adquiridas por gobierno. Las cifras de Inefam -que llevan Enrique Martínez y José Carlos Ferreyra- señalan que entre 2014 y 2018 se compraba por encima de 1,600 y 1,700 millones de unidades (mdu).
Para 2019 la cantidad empezó a bajar pues fueron 1,583 mdu; en 2020 fueron 1,145 mdu, para 2021 bajó aún más a 1,008 mdu, en 2022, a 1,082 y para 2023 cayó al piso: a 1058 millones.
Más aún, en 2024 se ha dado la mayor caída pues en el primer semestre el gobierno ha comprado apenas 624.1 millones de piezas. Esto va en línea con la caída presupuestal pues en este 2024 se destinaron 40.8 mil millones de pesos a medicamentos, menos de la mitad de los 85.3 mmdp destinados en igual periodo de 2023.
Entonces aquí algo claro es que si bien el presupuesto público para compra de medicamentos sí aumentó en algún momento en este sexenio, no repercutió en mayores o mejores adquisiciones.
Por el contrario, los aparentes esfuerzos fueron inútiles, los resultados ineficientes y no es cierto aquello de que hay medicamentos gratuitos para todos.