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¿Podrá la Cofece alinear a Amazon, Linio y compañía?
Estas empresas son “heroínas” porque ofrecen nuevas y mayores opciones. También ponen presión a los jugadores tradicionales.
Estas empresas son los jugadores más relevantes en el comercio electrónico en México. Mercado Libre es de origen argentino; Linio es alemana; Amazon y Walmart, estadounidenses. Tienen una apuesta en firme para conquistar el mercado mexicano. Es necesario tomar en cuenta la “nacionalidad” de estas empresas para enfatizar algo: se trata de jugadores globales. Las situaciones que se presentan en México están ocurriendo en otros lugares. Podemos aprender de la experiencia internacional.
Es muy delgada la línea que separa a un héroe de un villano. Tan delgada, que a veces el mismo actor desempeña ambos roles. Todo depende del color del cristal con que se mira, o el momento en el que se hace la observación. Estas empresas son “heroínas” porque ofrecen nuevas y mayores opciones. También ponen presión a los jugadores tradicionales. Les obligan a mejorar sus precios y la forma en que atienden a los consumidores y tratan a sus proveedores.
¿Son villanos? A la Cofece, que preside Alejandra Palacios, le tocará demostrar que están abusando de su poder de mercado. Hay indicios de que emplean tácticas de ventas atadas para desplazar a sus competidores. Hay evidencias de algo más: en un reportaje publicado por El Economista, el 28 de marzo del 2017, se documentó que Mercado Libre y Amazon cometen diversos abusos en contra de sus proveedores, por ejemplo, vetos; modificación arbitraria de precios y bloqueo de pagos por decisión unilateral.
La investigación de la Comisión Federal de Competencia Económica tendrá un primer plazo de 120 días hábiles, pero podría extenderse hasta 600 días hábiles. La sanción máxima podría ser hasta por el equivalente a 8% de las ventas de las empresas. Los ejecutivos de las empresas se harían acreedores a multas por el equivalente a 200,000 veces el salario mínimo (180,000 UMA).
Éstas no se quedarán con los brazos cruzados y podemos suponer que llevarán el asunto a tribunales. Es probable que objeten la “autoridad” de la Cofece para sancionarlos. Como plataformas digitales, también se encuentran en el ecosistema del Instituto Federal de Telecomunicaciones. El asunto podría enredarse y tardar cuatro o cinco años en resolverse. Esto es un problema en sí mismo: los procedimientos de resolución corresponden a otra época. Ya eran lentos en el mundo de los ladrillos, pero se han vuelto absurdos para el mundo digital, que se mueve a una velocidad de vértigo. Un lustro en el calendario de la economía digital es una eternidad. En cinco años, el mundo del comercio será otra cosa.
¿Qué hacer? La indagatoria que abre la Comisión Federal de Competencia Económica es la primera relacionada con el mercado digital, en México y al parecer en América Latina. Estamos frente a un tema nuevo y complejo que ganará protagonismo con rapidez. El poder creciente de las empresas de comercio electrónico genera olas de preocupación en los países desarrollados. Su avance ocurre a una velocidad y una profundidad que no tienen precedente.
lmgonzalez@eleconomista.com.mx
Esta columna fue modificada el 04 de febrero por su autor.