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Propuestas para salir del túnel
La falta de recursos económicos es una de las principales causas de deserción escolar, según Inegi.
La problemática de los ninis ha sido muy estudiada y han existido intentos de resolverla a través de diversos programas, con enormes dificultades por su complejidad. Intervienen muchos factores cuya enumeración sería muy larga. Simplificando podríamos determinar dos. Por el lado de los jóvenes esta el abandono de sus estudios debido a la precariedad familiar, lo que los hace inempleables. Según cifras del Inegi, la falta de recursos económicos esta presente entre las tres principales causas de abandono escolar. Por el lado del mercado de trabajo, la falta de empleos. El país, en el mejor de los años, sólo satisface 40% de la demanda nacional de empleos.
La Secretaría de Trabajo acaba de anunciar el inicio del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, que busca dar capacitación y empleo a 2.3 millones de jóvenes.
Este programa tiene el apoyo empresarial y se propone capacitar a jóvenes. Éstos se incorporarán al programa de formación, capacitándose en un oficio especializado dentro de una empresa. El gobierno paga y terminan con una certificación. Lo que viene después es que pueden ser contratados por la misma empresa que los capacitó. O ya tienen las habilidades para conseguir trabajo en otra empresa. Asimismo, pueden salir de su curso para emprender proyectos personales, montando sus propios talleres.
Está, por supuesto, la pregunta sobre las posibilidades de ser empleados formalmente. Depende del mercado de trabajo. Lo único cierto es que esos jóvenes estarán mejor preparados, circunstancia que ahora no existe. Y para las empresas significa considerar que esa nueva oferta de jóvenes capacitados es importante para sus decisiones de inversión.
Se trata de romper círculos viciosos de impotencia. Está comprobado, de acuerdo con estudios internacionales, que la beca escolar y la capacitación para el trabajo asignan más adecuadamente los recursos públicos. Se gasta hoy pero se evitan derroches humanos y financieros futuros.
También es significativo que el nuevo programa permitirá generar vínculos entre el gobierno, las empresas y los jóvenes, lo que conducirá a ir rectificando su contenido por género y alcance sectorial y regional.
Los jóvenes están necesitando de este programa. También lo agradecen sus familiares, que ven en la violencia, la drogadicción y la desesperanza las tentaciones peligrosas para absorber a los jóvenes, deshaciendo lazos familiares y caminando peligrosamente por la pendiente de la autodestrucción. Además, darle a los jóvenes instrumentos de trabajo es contribuir a su dignidad.
Esta iniciativa está sustentada en el reconocimiento de que la inversión en capital humano es uno de los hilos que tejen la telaraña del desarrollo económico y social. Los otros hilos son una macroeconomía estable, una microeconomía competitiva y la apertura económica y cultural con todo el mundo.