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¡Qué bien hablo inglés! Agradécele a la Inteligencia Artificial
Hace unas semanas, renové mi suscripción a un software de una empresa australiana. Tuve problemas con mi factura, así que busqué ayuda en el chat de soporte técnico. Me atendieron en "español mexicano", en mi horario y en tiempo récord. Y no, no hablé con un chatbot. Mi petición la resolvió un humano que no habla español ni conoce México.
¿Cómo fue posible? ¡Con Inteligencia Artificial!
Las maravillas de las herramientas de traducción y de aprendizaje de idiomas con Inteligencia Artificial (IA) las disfrutamos desde hace tiempo, sin darnos cuenta. Además del soporte técnico en tu idioma, aquí hay otras que seguro has experimentado:
- Películas y series: Con solo mover un botón, puedes cambiar el idioma y los subtítulos en tu plataforma de streaming favorita.
- Apps de viajes: Por ejemplo, puedes leer el menú de un restaurante en Japón y pedir tu comida con una función de voz, sin preocuparte por la pronunciación.
- Traducción en tiempo real: Asiste a conferencias en vivo, sin importar la velocidad o tecnicismos del conferencista.
- Asistentes virtuales: Siri o Alexa pueden hablarte en otro idioma para que practiques, ¡y que hasta te corrijan!
- Reuniones de negocios, estudios o encuentros sociales se hacen más fáciles sin las barreras del idioma.
Y la lista sigue creciendo... Porque estas herramientas han resultado ser muy útiles por estas razones:
- Pueden traducir textos largos en segundos.
- Disponibilidad 24/7 para aprendizaje y trabajo en cualquier momento.
- Se adaptan a las necesidades del usuario, sobre todo en el aprendizaje.
Pero, como todo, no son perfectas. Las profesiones relacionadas a los idiomas son las que más se han visto afectadas con la llegada de la IA.
Y por supuesto, estos usos traen desafíos y preocupaciones. Algunos expertos, como Roxana Rebolledo y Fabián González, de la Universidad de Playa Ancha-Chile, destacan varios puntos:
- Falta de interacción humana: Aprender idiomas con IA significa interactuar con máquinas, no con personas reales.
- Idiomas menos comunes y dialectos: Estas herramientas se centran en idiomas populares, dejando de lado dialectos y lenguas locales que también necesitan apoyo.
- Dependencia tecnológica: Los usuarios podrían volverse demasiado dependientes de la IA y no desarrollar habilidades lingüísticas profundas.
- Privacidad y seguridad: Los chats internacionales y multilingües pueden presentar riesgos de seguridad y privacidad, especialmente para los jóvenes.
- Creatividad limitada: La IA aún tiene dificultades para traducir poesía, ficción o textos que requieren un dominio alto del idioma.
- Reconocimiento de errores: Las herramientas actuales no detectan errores tan bien como un tutor humano o un hablante nativo. Yo no haría traducciones de libros con IA: tardaría más “cazando” los errores, que haciéndolo a la “antigüita”.
- No serán para todos: La mayoría de estas herramientas son de paga.
A pesar de estos retos, la IA tiene muchas posibilidades a futuro en este campo. Y al requerir del apoyo y supervisión de expertos, infinidad de profesionistas se están involucrando en mantenerlas actualizadas y precisas. ¡La Torre de Babel podría achicarse gracias a la IA!
P.D. Por si quieres probar, aquí hay algunas herramientas de IA para idiomas:
- DeepL: Conocido por su precisión en traducciones.
- Duolingo: Ofrece aprendizaje personalizado a través de IA.
- Memrise: Utiliza IA para personalizar el aprendizaje de vocabulario.
- Rosetta Stone: Mejora la pronunciación y fluidez del usuario con IA.
- Reverso: Ofrece traducción y ejemplos de uso en contexto.
- Babbel: Lecciones interactivas para el aprendizaje de idiomas.
- Linguee: Combina un diccionario con un motor de búsqueda de traducción.
- Busuu: Plataforma de aprendizaje que personaliza las lecciones con IA.
- Y los tradicionales Google Translator y Microsoft Translator que siguen mejorando con IA.
*Esta columna quincenal, llamada “IA: Integrados y Apocalípticos” filosofa sobre la Inteligencia Artificial, con sus pros y contras y cómo se va integrando en la vida cotidiana.