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Opinión

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Tendencias en 2023 y más allá, Parte II, ¿qué nos espera este año?

En este sentido, reafirmamos lo que ya hemos dicho en este espacio: El crecimiento económico, llevará a la Fed a subir más las tasas de interés durante mayor tiempo. Lo anterior, combinado con reportes trimestrales débiles (hasta ahora han sido mixtos), y altas tasas de desempleo, inevitablemente llevarán a una recesión y a una corrección en los mercados antes de entrar en la esperada recuperación prolongada o “bull market”. 

Los temas económicos centrales en 2023 serán la desaceleración económica y la inflación. Así cómo los esfuerzos de recuperación posteriores a la pandemia. Estos retos están directamente correlacionados por el desempeño económico de China -y su desarrollo-, cuyos efectos se transmiten inevitablemente a todo el mundo en virtud de su influencia económica y geopolítica. A pesar de que la guerra en Ucrania es muy dolorosa y costosa, principalmente por la pérdida de vidas humanas, no es el problema más importante, -desde el punto de vista económico y financiero- que enfrentará el mundo este año. 

Sin embargo, y aunque parece improbable, no podemos descartar una escalada nuclear en las hostilidades. Existe la remota posibilidad de qué, un cada vez -más acorralado- Putin desate una crisis de proporciones apocalípticas.  

Lamentablemente, y basta echar un vistazo a la historia de los conflictos armados, para dejar a un lado la idea de que Ucrania y Rusia llegarán a un acuerdo pronto. Hay mucho en juego, y ninguno de los gobiernos va a ceder. Lo más probable es que la guerra continúe, pero no se sorprenda si vemos el comienzo de las conversaciones encaminadas a un cese al fuego.

De ser este el caso, la guerra continuará -con sus efectos catastróficos- y las alianzas y las relaciones se fragmentarán a medida que diverjan los intereses económicos, lo que incluso podría aliviar la presión en algunos lugares. George Friedman, un reconocido experto en geopolítica, ha dicho que “las tensiones creadas por la competencia entre Estados Unidos y China darán forma, al menos en parte, a esos intereses, incluso cuando Beijing y Washington lleguen a algún tipo de entendimiento económico formal y entendimiento militar informal”. Coincidimos con este análisis.

Quizás los miembros de la Reserva Federal considerarán la posibilidad de pausar los aumentos de tasas después de su próxima reunión en marzo si se presenta más evidencia de un enfriamiento de la inflación.  Sin embargo, los planes de Jerome Powell de frenar su campaña de lucha inflacionaria se complicarán si existe una recuperación de China después del cese repentino de las restricciones de Covid-Zero. Los que se suman a comprar activos de riesgo viendo el reciente repunte de las acciones están olvidando la regla cardinal de la inversión: "No luche contra la Reserva Federal". Lo anterior, se mencionó hace unos días en una nota de los estrategas de Morgan Stanley a sus clientes. Dicen que el movimiento de los índices accionarios está principalmente impulsado por factores estacionales, que por datos convincentes de que la inflación “ya tocó techo”.

También vale la pena mencionar un reciente tuit del presidente estadounidense, que escribió: Estoy construyendo una economía para las familias que “viven al día” y dependen de sus sueldos, no de sus portafolios de acciones, para llevar comida a la mesa.

Esa reapertura está causando un impulso al crecimiento global, compensando la debilidad en Europa y una recesión inminente en los Estados Unidos.

Ya hay señales de que la recuperación de China está cobrando impulso. Datos recientes mostraron que los índices de compras corporativas volvieron a entrar en territorio de expansión en enero.

También, la probable continuación de esa recuperación fue una razón importante detrás de la reciente mejora del pronóstico de crecimiento global del FMI.

En este sentido, reafirmamos lo que ya hemos dicho en este espacio: El crecimiento económico llevará a la Fed a subir más las tasas de interés durante mayor tiempo. Lo anterior, combinado con reportes trimestrales débiles (hasta ahora han sido mixtos), y altas tasas de desempleo, inevitablemente llevarán a una recesión y a una corrección en los mercados antes de entrar en la esperada recuperación prolongada o “bull market”. 

Los activos que mejor se comportan en estas situaciones son los de refugio: Como el dólar estadounidense, el yen japonés, el oro, la plata, o los bonos gubernamentales. Casos especiales son las “inversiones alternativas”, como el private equity. También se puede argumentar que en 2023 habrá un mejor rendimiento en los mercados fuera de Estados Unidos (cómo China), sobre todo en economías emergentes que exportan materias primas. 

Aquí, la continuación del listado elaborado para la entrega anterior, de distintas tendencias de relevancia para el año que comienza: a) Biomimética: Enfoque de diseño que busca imitar los patrones y estructuras que se encuentran en la naturaleza para crear productos y sistemas más sostenibles y eficientes; b) Economía circular: Sistema de producción y consumo que prioriza la reutilización y el reciclaje de materiales; c) Tecnología cyborg: que se utiliza para mejorar y aumentar las capacidades humanas, por ejemplo, a través de dispositivos portátiles, implantes y otras formas de interfaz hombre-máquina; d) Medicina preventiva, alternativa y personalizada: Productos elaborados con materiales a base de plantas que están ganando popularidad a medida que los consumidores buscan opciones orgánicas y antienvejecimiento. Asimismo, los avances en genómica y otras áreas de la biotecnología están haciendo posible el desarrollo de enfoques más personalizados, adaptados a la composición genética única de cada paciente; e) Energías limpias: A medida que el mundo sigue enfrentándose a los desafíos que plantea el cambio climático, se presta cada vez más atención al desarrollo y la adopción de fuentes de energía sostenibles, como la eólica, la solar y la hidroeléctrica; f) Edge computing: Tecnología que implica el procesamiento de datos en distintos servidores y miles de dispositivos conectados entre sí, en lugar de en un centro de datos centralizado; g) Realidad aumentada: creación de representaciones digitales de objetos y sistemas físicos, lo que permite la simulación y el análisis de sistemas del mundo real en un entorno virtual; h) Ciudades inteligentes: las ciudades de todo el mundo están explorando formas de aprovechar la tecnología para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, desde reducir la congestión del tráfico hasta mejorar la seguridad pública y el acceso a servicios públicos.

Twitter: @EduardoTurrentM

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