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Opinión

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"Yo sueño ... un México más sano y protegido"

Soñaré a continuación estimados lectores una visión de nuestro querido México en el año 2030, donde se han logrado materializar audaces propuestas en salud y seguridad social. La transformación es evidente desde las metrópolis hasta las comunidades más remotas, mostrando un país más resiliente y saludable.

Primero la salud integral ya no es un privilegio, sino un derecho garantizado y ejercido por todos. La atención médica gratuita y de calidad es una realidad palpable, y el acceso universal a servicios de salud ha eliminado las barreras geográficas y socioeconómicas que antes segregaban a la población.

La historia de Juanita, una trabajadora rural en Oaxaca (una de las 197,930 localidades rurales que hay en nuestro México), es testimonio de esta transformación. Antes, recibir atención médica significaba un viaje arduo y costoso. Ahora, gracias al fortalecimiento del sistema de salud -telemedicina y teleconsulta incluídas-, Juanita recibe actividades de promción de la salud, cuidados preventivos y tratamientos cerca de su hogar, con medicamentos disponibles sin pago alguno. Esto ha incrementado la expectativa y calidad de vida en su comunidad (cientos de miles menores a 21,500 habitantes).

El sistema nacional de cuidados -que cobija a todos- se ha convertido en el pilar de la solidaridad mexicana. Personas mayores, discapacitadas y aquellas en situaciones vulnerables son atendidas con dignidad y compasión. Este sistema ha ayudado a la familia Hernández a cuidar de su abuelo con Alzheimer (uno de los 1.3 millones de personas que la padecen), brindándoles apoyo y respiro, mientras él recibe atención y medicamentos especializados.

Somos firmes con vencidos que prevenir es mejor que curar, por ello la coalición ha puesto especial énfasis en la prevención, con programas educativos que promueven hábitos saludables desde la infancia. La cultura de la prevención ha permeado en la sociedad, reduciendo la incidencia de enfermedades crónicas como la diabetes y la obesidad (dado que somos hoy el primer lugar mundial). Los niños de México crecen más saludables y con una educación nutricional que los acompaña a lo largo de sus vidas.

La innovación y el acceso han sido los pilares de la atención médica. El avance en telemedicina ha revolucionado el acceso a la salud. La tecnología permite que consultas, diagnósticos e incluso algunas terapias se realicen a distancia. Este progreso ha sido vital para las 4,189 localidades urbanas como en las comunidades apartadas, donde antes era impensable recibir atención especializada.

Con educación en salud mental se está rompiendo el estigma. La educación en salud mental ha creado una sociedad más comprensiva y menos estigmatizante. Programas de prevención y tratamiento de enfermedades mentales son ahora accesibles, promoviendo una mayor calidad de vida y bienestar emocional.

En ruta hacia un futuro prometedor. La inversión en salud ha crecido al menos el 4% del PIB, reflejando un compromiso inquebrantable con el bienestar de la población. El sistema de distribución de medicamentos es eficiente y transparente, acabando con el desabasto que antes afectaba al país.

En este 2030 que me he imaginado, México se ha transformado en un líder de bienestar social y salud. El sueño no solo se ha materializado, sino que ha sentado las bases de un país más justo, saludable y solidario. Se ha mostrado que, con voluntad política y la participación ciudadana, es posible construir una nación que cuida de cada uno de sus miembros con igualdad y amor.

Estimados lectores, las historias de Juanita y la familia Hernández son solo dos ejemplos de los millones de vidas mejoradas por estas políticas. En este futuro, México es una nación que late al unísono lleno de fe.

Sueño con el futuro donde cada ciudadano tiene la oportunidad de vivir una vida plena y saludable, sin importar su origen o condición económica. La implementación de estas políticas no ha sido un camino sencillo. Requirió la reinvención de estructuras, la ruptura de paradigmas obsoletos y la audaz apuesta por la innovación y el desarrollo sostenible. Pero al mirar los rostros de esperanza y gratitud de Juanita, la familia Hernández, y de tantas otras personas, queda claro que cada esfuerzo ha valido la pena.

La apertura hacia la colaboración público-privada ha catapultado la eficiencia del sistema de salud mexicano a estándares internacionales. Empresas y gobierno trabajan de la mano en la implementación de tecnologías de vanguardia, compartiendo la visión de un país donde la salud es la piedra angular del desarrollo humano.

Además, el impulso al financiamiento de la investigación y el desarrollo médico ha convertido a México en un hervidero de innovación en salud, donde nuevas terapias y medicamentos son desarrollados y aplicados primero en suelo mexicano, beneficiando a la población antes que a cualquier otro lugar en el mundo. La juventud mexicana, motivada por este nuevo clima de innovación, está más comprometida que nunca en las ciencias de la salud, investigando y desarrollando soluciones para los desafíos médicos del presente y del futuro.

El resultado de esta transformación es una sociedad más saludable y menos dependiente de la atención médica de emergencia. Los hospitales y clínicas se centran más en la atención de calidad y el cuidado preventivo, lo que a su vez ha generado ahorros significativos en gastos de salud a largo plazo.

Pero más allá de los números y estadísticas, lo que realmente destaca en este nuevo amanecer para México es el sentido de comunidad y solidaridad que prevalece. La cultura de cuidado mutuo y la responsabilidad compartida en la salud personal y colectiva son ahora valores arraigados en el corazón de cada mexicano.

A medida que avanzamos hacia la siguiente década, es nuestra esperanza que este modelo de bienestar integral sea una inspiración no solo para las naciones de nuestra región, sino para el mundo entero. Un modelo que demuestra que la salud y la solidaridad pueden ser el motor de un progreso social y económico sostenible.

Porque al final, el verdadero signo de una sociedad avanzada no es solo la riqueza de su economía, sino la riqueza de la salud y el bienestar de sus ciudadanos. Es un movimiento que ha demostrado que la fortaleza de una nación reside en la salud de su gente y en la calidez de su espíritu.

Que el México de 2030 sea una luz de esperanza, un testimonio de lo que es posible cuando un país pone la salud y el corazón al frente de su agenda. Que cada niño que nace en esta nueva era sepa que su bienestar es la prioridad de toda la nación, y que cada anciano descanse en la tranquilidad de un sistema que asegura su cuidado hasta el final de sus días. Que la historia de Juanita y la familia Hernández no sea la excepción, sino la norma.

Este es el México que sueño se puede construir, es el México que les invito a construir. Un país no solo definido por su historia y cultura, sino también por su inquebrantable compromiso con la salud y el bienestar de cada uno de sus hijos. Este es el legado que sueño en cada acción que realizo como legislador.

Culmino enfatizando que imagino un México en el que la fortaleza no se mida por su poder económico, sino por la robustez de su sistema de salud y la felicidad de su gente.

*El autor es médico especialista en cirugía general, certificado en salud pública, doctorado en ciencias de la salud y en administración pública, y es diputado reelecto del grupo parlamentario del PAN en la LXV Legislatura.

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Éctor Jaime Ramírez Barba es médico cirujano, especializado en salud pública, doctorado en ciencias de la salud y en administración pública, y es diputado reelecto del grupo parlamentario del PAN en la LXV Legislatura.

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