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Contemplar el riesgo país, valioso para salvaguardar las inversiones

OpiniónEl Economista

Cuando las personas buscan mudarse de ciudad, consideran diversos aspectos, como la calidad de vida y la estabilidad financiera de esa entidad, entre otros factores. Invertir en otra región del mundo se puede comparar con trasladar los ahorros a una nueva ciudad; hablando en el ámbito financiero a esta actividad se le denomina evaluación del riesgo país. 

Puede parecer complicado el riesgo país, pero es meramente una estimación de cuán segura es la inversión en una región en comparación con otras. Para los inversionistas, entender el riesgo país permite determinar si el rendimiento de una inversión es apropiado ante posibles dificultades.

Para obtener el riesgo país, algunos inversionistas usan el enfoque del profesor y economista Aswath Damodaran de la Universidad de Nueva York. Su visión establece una "prima de riesgo" sobre cierta región en la que se desea invertir, que es fundamentalmente un beneficio adicional que los inversionistas proyectan obtener para mitigar posibles dificultades.

Por ejemplo, si un inversionista adquiere bonos y acciones de una nación que parecía confiable y el riesgo país se incrementa debido a dificultades políticas o económicas, las agencias de calificación podrían disminuir la calificación de esa región, provocando una disminución en el valor de los bonos y acciones, además de una potencial depreciación de la divisa que disminuye su valor a escala global.

Ante ello y para prevenir esta exposición, resulta imprescindible contar con una cartera diversificada mediante fondos de inversión y ETFs. Estos dan la posibilidad de una administración activa y el ingreso a diversos mercados, disminuyendo la dependencia de un único país. Los administradores profesionales supervisan los riesgos a nivel mundial y tienen la habilidad de modificar rápidamente las inversiones ante un contexto desfavorable. Si detectan indicadores de alto riesgo en un país o sector, cuentan con la habilidad de redirigir el capital hacia activos más seguros, contribuyendo a salvaguardar la inversión de pérdidas.

Este concepto no es meramente un asunto político; es una mezcla de diversos elementos. Con el uso del método de Damodaran, los inversionistas pueden determinar el beneficio adicional que desean obtener para reducir estos riesgos. Por lo tanto, el riesgo país se transforma en un instrumento valioso para tomar decisiones más fundamentadas y salvaguardar las inversiones en un mundo repleto de oportunidades, pero también de retos.

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