De la dependencia a la diversificación: hoja de ruta para el desarrollo latinoamericano

Recientemente fui invitado a participar en un debate sobre los cambios necesarios en el modelo económico de los países latinoamericanos para lograr mayor crecimiento y desarrollo, en el contexto de la relocalización de inversiones y de menor atractivo de China como destino de inversión. 

Esto me dio la oportunidad de hacer una revisión de la literatura y planteamientos que se realizan desde los organismos internacionales respecto del futuro de la región. A continuación, comparto un resumen de mis hallazgos que, reconozco, podrían no ser exhaustivos. Sin embargo, espero que sean de utilidad para estimular una discusión técnica que permita el diseño y adopción de mejores políticas públicas.

Divido los planteamientos en dos grupos. En el primero, ubico aquellos elementos que me parece conforman una base ineludible para construir capacidades específicas para nuestros países:

1. Fortalecimiento institucional y lucha contra la corrupción, que requiere mejorar la eficacia y transparencia de las instituciones públicas; implementar medidas anticorrupción más estrictas y fortalecer el estado de derecho y la seguridad jurídica.

2. Mejorar el ambiente de negocios, mediante la reducción de barreras de entrada, simplificación de regulaciones y predictibilidad de las políticas.

3. Estabilidad macroeconómica, que requiere de mantener la disciplina fiscal, reducir déficits y continuar con políticas monetarias que controlen la inflación.

4. Desarrollo de infraestructura, particularmente es necesario invertir en transporte, energía y telecomunicaciones, sin los cuales no será posible aprovechar las oportunidades de la relocalización productiva.

5. Factor humano, lo que significa mejorar la inclusión social y reducir las desigualdades mediante la aplicación de políticas de protección social más efectivas; mejor acceso a servicios básicos (salud, educación, vivienda, seguridad) y fomentar la formalización laboral.

6. Desarrollo territorial equilibrado, mediante políticas diferenciadas según las necesidades de cada región y el fomento al desarrollo de ciudades intermedias y zonas rurales.

7. Educación de calidad, para mejorar la calificación y adaptabilidad de los estudiantes, enfocándose en habilidades para el siglo XXI como la creatividad y el pensamiento crítico. Asimismo, promover la capacitación técnica, para mejorar la formación técnica y profesional en sectores emergentes y de alta tecnología.

8. Transición hacia una economía verde, basada en la inversión en energías renovables y tecnologías limpias y con un enfoque en implementar políticas de adaptación y mitigación del cambio climático.

Considero que estos aspectos podrían ser complementados mediante la construcción de capacidades en aspectos específicos como:

9. Diversificación económica y productiva, que significa reducir la dependencia de materias primas; fomentar la innovación y adopción de nuevas tecnologías; invertir en el desarrollo del turismo como una fuente alternativa de ingresos, promoviendo destinos y mejorando la infraestructura relacionada; promover la agricultura sostenible y de alto valor agregado, diversificando los productos agrícolas y mejorando su calidad para acceder a nuevos mercados.

10. Promover la innovación y el emprendimiento como motores de crecimiento económico. Para ello hay que crear ecosistemas de startups, invertir en investigación y desarrollo y crear incentivos para la innovación.

11. Política digital enfocada en mejorar la conectividad digital y la adopción de tecnologías para reducir los costos del comercio para la integración en cadenas de valor globales; desarrollar infraestructura digital para mejorar la conectividad digital para el desarrollo de nuevas actividades económicas basadas en la tecnología; y desarrollar parques tecnológicos y clústeres industriales que fomenten la colaboración entre empresas, universidades y centros de investigación.

12. Política comercial e integración regional que permita una mayor integración económica entre países latinoamericanos, aprovechar las economías de escala y crear mercados comunes que faciliten la diversificación; búsqueda de nuevos acuerdos comerciales y diversificación de socios; y explotar las oportunidades de la relocalización productiva.

En conclusión, Latinoamérica debe enfocarse en fortalecer sus instituciones, mejorar su infraestructura y capital humano, mientras diversifica su economía y se adapta a las tendencias globales para lograr un crecimiento sostenible con beneficios para la sociedad.

*Especialista en competencia económica y regulación. Socio Director de Ockham Economic Consulting.