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El Día de Muertos, una reflexión sobre las finanzas familiares ante lo inevitable
Cada año, México se viste de colores para celebrar el Día de Muertos, una tradición de la que se tiene registro en la época prehispánica y cuya fama llegó a todo el mundo como símbolo de identidad mexicana. En esta época es casi seguro reflexionar sobre la muerte como un proceso inevitable, algo que simplemente está en el destino de todas las personas, y dada esa garantía es indispensable hacer fondos de emergencia, seguros o fideicomisos que hagan a los familiares recordar a aquellos difuntos con alegría en un altar y no con preocupaciones y olvido.
Un seguro de vida es una forma de respaldar a la familia en caso de llegar a faltar, este instrumento puede utilizarse de tres maneras: en caso de fallecer el asegurado, se le entrega una suma de dinero a sus beneficiarios o personas que él designó en vida. Otra forma es que, en caso de invalidez del titular de la póliza, él mismo recibe un monto de capital determinado. Como tercer punto, existen coberturas denominadas de “supervivencia”, que indican que al llegar a la meta de ahorro, el asegurado titular recibe el dinero ahorrado más los intereses.
Otro instrumento que puede ayudar a dar tranquilidad a la familia es generar un fondo de emergencia, el cual puede brindar seguridad en tiempos de crisis o ante eventos inesperados. ¿Cómo se crea?
El fondo de emergencia se puede construir colocando dinero en fondos de inversión, en los cuales una persona o la familia pueden aportar recursos de manera periódica y el capital podría estar disponible en caso de que se llegue a necesitar. El beneficio de estos instrumentos, es poder ahorrar el dinero y generar rendimientos que permitan hacer crecer el patrimonio, siempre recurriendo a la orientación de profesionales en la materia, tales como los asesores en inversiones o patrimoniales.
Así también se puede generar un fideicomiso con la institución financiera de su preferencia, en el que por medio de un capital semilla ahorre para dejar ese dinero a los beneficiarios de la cuenta.
Tener alguna de las herramientas de ahorro o inversión antes mencionadas, podría ser la diferencia entre tener una vida financiera saludable y transmitir calma a los familiares en el momento de partir, o dejarlos al desamparo y hacer que los que se quedan transiten por preocupaciones.
No se debe tomar a la ligera la importancia de estar preparados para situaciones que estén fuera del alcance de las personas; la prevención y la constancia son clave para dejar un futuro asegurado a las familias y, de acuerdo con la cultura mexicana, regresar en Día de Muertos al mundo de los vivos para verlos más en paz que viviendo angustias que se pudieron resolver en vida.
*Mariana Concepción Cuenca, Associate Product & Client Servicing, BBVA Asset Management.