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Opinión

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La oportunidad para seguir avanzando en la atención y tratamiento de la salud mental

Los mexicanos entraremos en muy poco tiempo a un nuevo sexenio y con ello, seguramente ustedes, tanto como yo, estaremos atentos a las decisiones que se tomen, y en mi caso particular, me encontraré especialmente enfocada en aquellas que nos permitan seguir contribuyendo a la atención de la salud mental. 

Resulta importante reconocer que uno de los avances más significativos en esta materia durante el periodo que está concluyendo, ha sido la aprobación de reformas a la Ley General de Salud (2022), las cuales buscan garantizar una atención que respete la dignidad y los derechos de las personas con alguna discapacidad mental. Asimismo, en mayo de 2023 se creó la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), un organismo encargado de prevenir, promover y atender los problemas de salud mental y adicciones en el país.

El cambio de paradigma en la atención de la salud mental es una prioridad en México, como en otros países del mundo, por el impacto que tiene en la vida, la economía y la sociedad en su conjunto. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) la salud mental ha representado históricamente una fuente importante de discapacidad y mortalidad en la región de las Américas, una situación que se ha exacerbado en los últimos años debido a factores como el desempleo, la inseguridad económica, el duelo y la pérdida que proviene de diferentes causas, incluyendo el cambio climático.

Por ello, debido a la relevancia que tiene la salud mental para la vida, es importante que demos continuidad a los programas que promueven un desarrollo humano equitativo y sostenible, que fomentemos el bienestar y la dignidad, en cualquier etapa de la vida, así como fortalecer el trabajo coordinado entre las comunidades y las instituciones de salud para que juntos, contribuyamos a aumentar el conocimiento de estas enfermedades y con ello, prevenir y brindar una atención más oportuna que ayude a disminuir las complicaciones de estas enfermedades.

Como psiquiatra integrativa, reconozco el esfuerzo que se ha realizado por darle visibilidad a los problemas de salud mental desde un enfoque integral y multidisciplinario, que priorice la prevención y la sensibilización de los riesgos para la salud, así como el tratamiento oportuno y control de enfermedades, que además, enfatice la protección de los derechos humanos y fomente la participación de diferentes actores sociales en la planificación y el desarrollo de los programas y servicios destinados a la mejor atención de la salud mental.

Es claro que, como se señala en el Programa Sectorial de Salud 2020-2024, en México, como en otros países, los trastornos mentales y del comportamiento, originados por el consumo de sustancias psicotrópicas, presentan un crecimiento acelerado que contribuye de forma importante a la morbilidad, mortalidad prematura y a una creciente discapacidad psicosocial, además de un aumento en el riesgo de padecer enfermedades crónico-degenerativas que impactan en el perfil de salud de la población.

Por ello, me sumo a la oportunidad de seguir contribuyendo desde mi posición como médico psiquiatra, para seguir educando en los temas de salud mental y que ayudemos a cambiar la perspectiva de este tipo de trastornos, que han dejado de ser un asunto de índole personal, y se han convertido ya en una crisis de salud pública que requiere la atención y participación de todos.

Hasta la próxima.

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Carmen Amezcua es consultora, conferencista y experta en psiquiatría integrativa. Tiene mas de 17 años de experiencia, dentro de la industria farmacéutica y de la salud.

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