Los retos del secretario Kershenobich

El secretario de Salud, David Kershenobich, ha tomado con entusiasmo la estafeta y eso da mucha esperanza de que puedan avanzar para poner orden a tantos pendientes y retrocesos en la atención de la salud de la población mexicana en años anteriores. Pero los desafíos que tiene van por varios flancos; en principio el presupuestario es fundamental y lo debe estar defendiendo ahora pues en noviembre la presidenta Claudia Sheinbaum presentará el Paquete Económico para el Ejercicio Fiscal 2025. 

Por lo pronto el secretario ya estaría buscando recuperar más de la mitad de lo que le quitaron a la dependencia en el 2024 para pasarlo al IMSS Bienestar. En principio, tendría pedir se le regresen a la Secretaría la operación de recursos para vacunas, para salud de mujeres y para infantes y adolescentes, incrementar los recursos para vigilancia epidemiológica incluido los de Cofepris al cual también le redujeron recursos en el sexenio anterior, pues de los más de 3,000 millones de pesos que recauda apenas se queda con unos 700 millones de pesos.

Además, del presupuesto público que le toca a la dependencia que forma parte del Gabinete Presidencial, una parte la debe entregar a la red de institutos nacionales de salud y hospitales de alta especialidad integrada en la llamada CCINSHAE, a la cual también le ajustaron demasiado el presupuesto en el sexenio anterior.

Y en cuanto a recuperar la rectoría del sistema, es importante para el doctor Kershenobich que sea de su equipo la secretaria del Consejo de Salubridad General, Patricia Clark, desde donde podrán dirigir los esfuerzos tanto para los protocolos de atención de padecimientos, como lo relativo al Compendio Nacional de Insumos para Salud (CNIS) y la regulación hospitalaria.

Pero algo que en apariencia hay disposición, pero en los hechos se ve difícil, es que verdaderamente el secretario asuma el rol rector ante el IMSS y el IMSS Bienestar, instituciones que concentran la mayor parte del presupuesto de salud pública. Si bien el secretario trató de mostrar en la foto y el discurso que le dio posesión a Alejandro Svarch, titular de IMSS Bienestar, la realidad es que, nos hacen ver expertos en regulación sanitaria, no podrá asumir la presidencia de la junta de Gobierno de dicho organismo público descentralizado porque conforme el decreto que le dio vida, está inevitablemente ligado a la dirección general del IMSS, es decir que Zoé Robledo tiene que avalar todo lo que se decida en el Consejo Técnico del IMSS Bienestar. Sólo hay que considerar aquí que este organismo, que ahora tiene la responsabilidad de atender la salud de la población no derechohabiente, recibe y ejercerá los recursos presupuestales de 25 entidades federativas, que muy probablemente serán 26 cuando se sume Yucatán donde ganó el partido oficialista de Morena.

Eso significa que entre IMSS y el OPD IMSS Bienestar recibirán prácticamente 82 centavos de cada peso del presupuesto en salud para el próximo año.

Así que por más que quieran mostrar fotos de que no es así, la realidad es que el poder o dominio que tiene el titular del Instituto Mexicano del Seguro Social hasta hoy, tanto por cobertura de población, como por capacidad presupuestal y por dominio sobre el IMSS Bienestar, está por encima del secretario de Salud. Y aquí recordemos que la existencia del IMSS Bienestar no está basada en la Ley General de Salud, sino que se constituyó por decreto presidencial. Entonces, una opción sería subirlo ya a la LGS o que la presidenta Sheinbaum decida cambiar el decreto bajo el que se conformó el IMSS Bienestar; pero mientras eso no suceda, en los hechos éste no podrá ser sectorizado a la Secretaría de Salud. He ahí otro reto del nuevo titular de la SS.

Una buena señal es que desde la Subsecretaría que lleva Eduardo Clark se retomará el mando de la compra consolidada de medicamentos, y que será ejecutada por Birmex, aunque ahí tienen el pendiente de la deuda a proveedores. Al mismo tiempo prevén la construcción de plataformas tecnológicas incluido la del Expediente Clínico Electrónico que requerirá de inversiones significativas.

¿Y se pusieron la vacuna cubana o rusa?

La buena noticia fue que ayer arrancó la campaña nacional de vacunación para la temporada invernal, y serán 36 millones de dosis para prevenir influenza, en tanto que otros 22 millones para Covid19. La mala, que el Gobierno sólo pondrá otra vez las vacunas anticovid producidas en Cuba y Rusia. No precisaron cuál recibió cada quien, pero los titulares del IMSS, Zoé Robledo; IMSS Bienestar, Alejandro Svarch; e ISSSTE, Martí Batres, todos muy sonrientes se la aplicaron. También el secretario David Kersenobich, quien presumió sobre las dosis antiinfluenza que ya fueron fabricadas aquí en México; se refirió a las producidas en la planta resultante de la alianza entre empresa francesa Sanofi y Birmex ubicada en Cuautitlán, estado de México. De lo que no se atrevió a presumir fue de las inmunizaciones desactualizadas ni avaladas por la OMS pero para la foto y generar confianza a la gente aceptaron ponérselas. Y sobre la vacuna anti neumococo para mayores de 60 años dijeron que la impulsarán, no que la comprará el Gobierno…

Nueva terapia personalizada de J&J para cáncer de pulmón

Entre las últimas terapias que Cofepris alcanzó a dar luz verde en septiembre pasado, se incluyeron nuevas líneas terapéuticas para cáncer de pulmón de la farmacéutica J&J. Son derivadas de los estudios denominados Papillon, Mariposa-2 y Mariposa, que presentan alternativas de mejoría en el tratamiento para pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) avanzado con mutaciones específicas. Conforme lo que informó la compañía, esas nuevas terapias, que incluyen el uso de biomarcadores predictivos, permiten determinar con mayor precisión si un paciente es apto para un tratamiento específico. Es decir, son más personalizadas y por lo mismo efectivas. Lo importante es que también puedan ser accesibles.