Autoridades buscan respuestas sobre albergue La Gran Familia

Un olor nauseabundo a comida putrefacta y excremento inunda el internado "La Gran Familia", según constataron periodistas de la AFP, al ingresar este jueves al albergue donde las autoridades mexicanas aseguran que se han cometido abusos atroces contra centenares de niños.

Durante una visita guiada a reporteros por funcionarios de la Procuraduría General de la República, algunos de los niños denunciaron los castigos que sufrían por parte de la dueña y fundadora, Rosa del Carmen Verduzco, y varios trabajadores. Los niños aún no pueden salir del internado de Zamora en tanto continúe la investigación.

Golpes y semanas sin comida parecían ser el castigo más común a quien incumplía las reglas.

FOTOGALERÍA: La Gran Familia, ¿un albergue para niños?

"Cuando yo estaba embarazada me mandaban a lavar los baños, me golpeaban. Y hay una compañera que fue abusada por uno de los trabajadores. Aquí hubo mucha injusticia", relata a la AFP Cecilia Vázquez, de 19 años, mientras sostiene el bebé nacido entre los muros de este albergue, convertido casi en un basurero.

El escándalo explotó el pasado lunes cuando el gobierno allanó el internado y difundió que estos niños -cuyos padres no los podían criar- vivían en este hogar en una situación casi dantesca: hacinamiento, ratas, comida descompuesta y con cucarachas, instalaciones insalubres, retención forzada y abusos sexuales.

La casi octogenaria Verduzco fue inmediatamente detenida junto a ocho trabajadores. Decenas de padres llegaron para recuperar a algunos de los 607 internos, de los cuales más de 400 son menores de edad.

Pero el caso generó muchas interrogantes. Sobre todo, porque varias personalidades salieron a defender la inocencia de Verduzco, sospechosos de los motivos que llevaron a actuar ahora contra un centro que funcionaba desde hace más de seis décadas.

"Me preocupa la desproporción, el increíble despliegue de fuerzas (...) similar al que usan para atrapar a un jefe templario", dijo Jean Meyer, un reputado historiador francés nacionalizado mexicano, refiriéndose al despliegue militar contra el cártel narcotraficante Los Caballeros Templarios para arrebatarle su control en la región de Michoacán, donde se ubica Zamora.

AUSENCIA DEL ESTADO

El gobierno mexicano dice estar "sorprendido" por lo encontrado en el internado y admite que durante años se le entregó apoyo económico. Dos expresidentes del ahora opositor PAN, Vicente Fox y Felipe Calderón, se tomaron fotos con la fundadora.

El propio procurador general, Jesús Murillo Karam, reconoció que las revisiones estatales al centro fueron "menos intensas" debido al "prestigio que tenía la institución". La página web de la "Gran Familia" anuncia un hogar de ensueño donde los niños reciben clases de música, canto, educación o artes plásticas hasta la preparatoria.

El historiador Enrique Krauze, uno de los defensores del hogar, recordó que la Reina Isabel II de Inglaterra le sufragó a Verduzco el costo de un gimnasio.

'Mamá Rosa' era toda una institución en la beneficiencia de México. Proveniente de una familia acomodada, esta mujer de fuerte carácter se empeñó desde los 13 años en acoger a los niños sin hogar y delincuentes y ofrecerles educación.

Por segundo día consecutivo vecinos de Zamora se movilizaron en favor de 'Mamá Rosa', que ha sido hospitalizada por estrés. Este jueves unas 200 personas de todas las edades marcharon con camisetas blancas y carteles que rezaban "Yo también soy hijo de Rosa".

Dentro del internado también hay quienes la defienden a ultranza. Es el caso de Sandra, una mujer que lleva 27 años en el albergue tras ser abandonada cuando era bebé frente a una panadería en Ciudad de México.

"Mamá Rosa me dio lo que la madre que me engendró nunca hizo y sin ella no tengo donde ir, ni familia ni nada", asegura.

"NO SE NADA DE AFUERA"

Sin embargo, los testimonios que se conocen de las víctimas provocan escalofríos, entre ellos los de una joven que relató haber sufrido un embarazo y un aborto forzado por parte de un empleado.

De acuerdo con familiares, Verduzco pedía dinero a las familias para poder visitar a los internados y registraba como hijos propios a los bebés que nacían en su centro.

Una joven que testificó ante la Procuraduría asegura que, para liberar a su prima del internado, le ofreció a Verduzco quedarse ella en su lugar, pero que al ingresar la directora prohibió salir a las dos.

Niñas como Teresita del Niño Jesús Verduzco -el apellido de la directora- prácticamente no saben cómo es el mundo exterior.

"Quisiera salir porque yo quiero aprender más de la vida", explica con la cara regada de lágrimas. Su madre sordomuda la tuvo hace 16 años en el albergue y ella nunca se atrevió a escapar por posibles represalias.

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