Autos bomba, símbolo de rupturas entre grupos criminales: expertos

La explosión de un coche bomba en el municipio de Celaya, Guanajuato, provocó heridas a cinco elementos de la Guardia Nacional (GN); dos de gravedad, quienes se habían acercado al vehículo para revisarlo luego de recibir el reporte de que en el automóvil se localizaban personas sin vida.

El posible ataque directo contra los elementos se seguridad, suscitado la noche de este miércoles en comunidad Sauz Villaseñor, del municipio de Celaya, Guanajuato, ya es investigado por autoridades estatales, no obstante, se prevé que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga el caso, informó Diego Sinhue Rodríguez, gobernador de Guanajuato.

El mandatario local detalló que las autoridades estaban investigando las causas del estallido, ya que no estaba claro si fue un ataque directo.

“Es un tema que hay que revisar bien, si fue un ataque directo a la Guardia Nacional o de qué se trató ese tema que es delicado, yo esperaría que al ser agentes federales y por el uso de explosivos y ser un tema del fuero federal que la Fiscalía General de la República atraiga este caso”, expresó.

En este sentido, el secretario de Seguridad Pública del Estado, Alvar Cabeza de Vaca Appendini, dijo que ya se tienen pleno conocimiento sobre el grupo criminal autor del atentado contra los elementos de la GN.

Los primeros reportes señalan que diversas autoridades recibieron llamadas en el 911 donde se alertaba de un vehículo sospechoso con impactos de bala, y personas fallecidas, sobre la carretera federal Celaya-Salvatierra, pero que los primeros en acudir a atender el reporte fueron los elementos de la Guardia Nacional, por lo que al revisar el vehículo, explotó.

Otros eventos

Es de resaltar que no es el primer evento de esta naturaleza que sucede en Guanajuato, donde cuatro grupos criminales se disputan el territorio: el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel de Santa Rosa de Lima, y una célula del Cártel del Golfo.

En julio de 2022, la explosión de una granada trampa en la localidad de Irapuato, dejó lesionados a tres elementos ministeriales de la Fiscalía General del Estado, cuando procesaban el hallazgo de restos humanos embolsados y una cabeza humana al interior de un domicilio.

El momento exacto de la explosión quedó registrado en video, y se informó que el ataque fue en represalia al trabajo de los ministeriales.

Mientras que en septiembre de 2021, la explosión de un paquete bomba dejó dos muertos durante un festejo familiar al interior de un restaurante en Salamanca. Las víctimas fueron identificadas como el gerente y uno de los socios del restaurante, quienes habían denunciado extorsiones por parte del CJNG.

Disputas

Rodrigo Peña, director Ejecutivo del seminario sobre Violencia y Paz del Colegio de México, consideró que este tipo de eventos, donde la violencia se hace más llamativa, o se agudiza, pueden ser señales de rupturas entre grupos criminales con autoridades o actores que forman parte de gobernanza criminal de la zona.

“Seguramente estas alianzas no están funcionando y están en su lugar ocurriendo estas expresiones de violencia acentuada”, expresó

Y es que el sociólogo especializado en delincuencia y gobernanza criminal advirtió que estos hechos de violencia extrema suelen ocurrir en ciertas zonas muy locales, muy localizadas donde “los grupos criminales como otros actores sociales tienen agenda política y esa agenda política puede estar vinculada a sus intereses comerciales o a las rutas criminales”.

Por su parte, Mónica Serrano, investigadora en materia de seguridad y crimen transnacional, expresó que este tipo de violencias se dan en el contexto de cada localidad, y de alguna manera es consecuencia del repliegue del Estado.

Por ello, consideró que las autoridades deben apuntalar las capacidades de inteligencia y actuación de los elementos, ya que, dijo, “resulta imprescindible en el escenario que estamos viviendo porque las variables que están incidiendo en el comportamiento de las organizaciones criminales no van a cambiar”.

maritza.perez@eleconomista.mx