Lectura 2:00 min
Cierra iniciativa Frontera Norte por hostigamiento
Debido a la falta de protección a los defensores a los derechos humanos, las oficinas de la iniciativa Frontera Norte de México en Nuevo Laredo, Tamaulipas, del Centro de Derechos Humanos del Migrante (CDHM) dejarán de operar, informaron miembros de este organismo.
Debido a la falta de protección a los defensores a los derechos humanos, las oficinas de la iniciativa Frontera Norte de México en Nuevo Laredo, Tamaulipas, del Centro de Derechos Humanos del Migrante (CDHM) dejarán de operar, informaron miembros de este organismo.
En conferencia de prensa, Gabriela Morales, consejera jurídica del CDHM explicó que el cese de actividades afecta a los defensores y agrava la precaria situación de los migrantes, sobre todo de Centroamérica, que atraviesan territorio mexicano para llegar a Estados Unidos.
Esta iniciativa brindaba apoyo y asistencia legal a personas indocumentadas que transitan en la República Mexicana, no obstante, el padre fray Francisco de Vitoria, director del Centro de Derechos Humanos que lleva su nombre, expresó que no hay condiciones en Tamaulipas para que los defensores realicen su labor.
Por otro lado, denunció la falta de protección a las personas en tránsito irregular por el país y lamentó la impunidad que prevalece en estos casos, pues la mayoría de los delincuentes están libres y no son castigados.
El padre urgió a las autoridades mexicanas a resolver el problema de la defensa de los derechos humanos de migrantes y defensores, ya que en lo que va del año se han registrado siete agresiones a organizaciones civiles que atienden los problemas de estas personas en situación irregular.
La iniciativa Frontera Norte de México atendía a 50 indocumentados y a los mexicanos que Estados Unidos deporta diariamente.
Gabriela Morales explicó que se presume que miembros del crimen organizado son los responsables de los acosos y ataques a los activistas de esta organización.
Por su parte, Miguel Pulido, director del centro de investigación Fundar, denunció el vacío de autoridad que impera en muchos lugares de la República Mexicana, lo que en su opinión promueve el hostigamiento.
Cuando todo falla, las y los defensores de derechos humanos se convierten, no en una alternativa, sino en la única alternativa (social) y cuando estos activistas se ven obligados a renunciar a su trabajo, estamos en la situación prácticamente en donde ya no tenemos ninguna expectativa , advirtió Pulido.
alangner@eleconomista.com.mx