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Diputados, sin confianza ciudadana
En una escala de cero a 10, las universidades públicas tienen el promedio más alto -de 7.1 puntos- en el índice de confianza de los mexicanos y están seguidas por el Ejército y los maestros, mientras que los partidos políticos, diputados y la policía ocuparon los últimos sitios de la escala.
En una escala de cero a 10, las universidades públicas tienen el promedio más alto -de 7.1 puntos- en el índice de confianza de los mexicanos y están seguidas por el Ejército y los maestros, mientras que los partidos políticos, diputados y la policía ocuparon los últimos sitios de la escala.
De acuerdo con la Segunda Encuesta Nacional de Cultura Constitucional: Legalidad, legitimidad de las instituciones y rediseño del Estado, elaborada por especialistas del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, seis de cada 10 personas consideran que gobernadores y presidentes municipales hacen poco caso al ciudadano y la mitad cree que pasa lo mismo con jueces y magistrados.
El análisis explica que los tipos de relaciones establecidas desde hace tiempo entre el ciudadano y los gobernantes impiden el cumplimiento y respeto de las leyes, lo que ha implicado el deterioro de las instituciones y su legitimidad, cuya restauración requiere un rediseño del Estado.
Los mecanismos de control del sistema político como pactar, ceder y repartir espacios de poder permean el campo de la legalidad y obediencia a la ley, en un sistema donde su cumplimiento puede tolerar o alentar alta impunidad.
La encuesta fue dirigida por el titular del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Héctor Fix Fierro, y fue coordinada por la responsable del área de Investigación Aplicada y Opinión de la entidad, Julia Flores; participaron investigadores de ese instituto como Diego Valadés y Sergio López Ayllón.
La encuesta fue aplicada en mayo a 2, 208 personas mayores de 15 años en sus viviendas; tiene un margen de error de más/menos 2.85 puntos porcentuales.
La situación actual del país es calificada como muy negativa por los entrevistados. Siete de cada 10 expresaron que en relación con el 2010 empeoró o sigue mal, y más de 50% tiene perspectivas pesimistas para el próximo año.
En la primera encuesta, la opinión tenía como referente el incremento de crímenes como robo o secuestro. Hoy son la violencia generalizada.
Respecto de la situación política, casi la mitad de los participantes en el 2003 y el 2011 la describieron como preocupante; uno de cada seis la calificó de peligrosa.