Homicidios de menores con armas de fuego crecen 15%

Según información de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), los homicidios con arma de fuego —tanto dolosos como culposos— contra menores en el país, a lo largo del primer semestre del 2024, son un 14.98% superior a la cantidad registrada en el mismo periodo de 2023; esto al pasar de 347 casos, el año pasado, a 399 en los primeros seis meses del año en curso.

Además, según las cifras de la Red, con base en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) esta cantidad es la tercera mayor desde 2015, sólo superada por los 458 homicidios que se presentaron entre enero y junio de 2020 y los 413 que acontecieron en la primera mitad del 2022.

De la cantidad total del primer semestre de 2024, la Redim detalló que 354 casos tuvieron como víctima un menor del sexo masculino; mientras que los 45 casos restantes se presentaron en mujeres entre los 0 y 17 años de edad.

La entidad de la República que más casos presentó, en el periodo de tiempo mencionado, fue Guanajuato, con un total de 73 menores ultimados con arma de fuego (18.3% del total de casos), de los cuales 62 se trataron de hombres menores de edad y 11 fueron contra mujeres del mismo rango de edad.

Por detrás está Michoacán con 39 asesinatos contra hombres menores de edad y tres mujeres para un total de 42 víctimas; Estado de México, con un total de 33 casos (29 hombres y cuatro mujeres); la Ciudad de México, con 21 víctimas (19 hombres y dos mujeres), y Jalisco con 21 (17 hombres y cuatro mujeres).

Falta de políticas públicas

Expertos consultados por El Economista coincidieron en que se deben implementar políticas públicas efectivas, a través de una colaboración estrecha entre el gobierno y las organizaciones de la sociedad civil, para proteger a los menores y garantizar sus derechos.

Jesús Villalobos, integrante del Consejo Consultivo de la Redim, aclaró que, si bien el crimen organizado es un factor significativo en estados como Guanajuato, en otros casos, la violencia es resultado de una combinación de factores, incluyendo la utilización de menores en el tráfico de estupefacientes y otras actividades delictivas.

Nuestra investigación nos llevó a concluir que entre 145,000 y 250,000 niñas niños y adolescentes (en México) son víctimas de reclutamiento; entre ellos efectivamente de los más marcado tiene que ver sí, con problemas de trata, pero principalmente también con el crimen organizado, reclutando a menores para hacer este tipo de negocio delictivo”, compartió el especialista.

“En el caso de los hombres, los ocupan como halcones o algunos están haciendo asaltos, están inmiscuidos en bandas que se pelean con otros y también con la misma policía (...) son los que mandan primero a la pelea y por eso tienen tantas víctimas, por eso hay tantas víctimas en el caso de los varones”, detalló.

“Lo que nosotros hemos concluido, también, es que existe una cifra negra que no está siendo reportada y que para que los gobiernos no salgan tan mal evaluados, no están reportando datos que están ocurriendo”, aseguró Villalobos.

Daniela Osorio, investigadora en México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), opinó que la actual administración ha enfocado su estrategia en abordar las causas estructurales de la violencia, pero los resultados han sido insuficientes.

Además, criticó la generalización de todos los tipos de muertes violentas lo que, en su opinión, ignora otros fenómenos como la violencia familiar y de género, especialmente en entidades como el Estado de México y la Ciudad de México.

“Se requiere una evaluación de cuáles han sido las medidas preventivas para disminuir la violencia letal, es decir, los homicidios en este grupo poblacional en específico, para ver cuáles son las mejoras y ventanas de oportunidad que se tienen”, detalló la especialista.

Por otro lado, indicó que, en una investigación reciente que realizó MUCD sobre el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, fue que se observó que “la mayoría de las poblaciones municipales atendidas por este programa no se encontraban, no figuraban, dentro de los municipios con mayor presencia de víctimas de homicidio en infancias”.

“Entonces hay que redirigir los programas que ya existen, sí necesitan mejoras, hay que mejorarlos para que realmente lleguen a las poblaciones más necesitadas y que realmente necesitan de la ayuda”, aseguró.

arturo.rojas@eleconomista.mx