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Política

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Las comisiones: próxima batalla en Congreso

Si bien hay más de un centenar de instancias legislativas en ambas cámaras, la pelea se centra en presidir aquellas donde transitan las iniciativas más importantes, por ejemplo, la de Presupuesto.

ERIC LUGO, ERIC LUGO

El reparto de 120 comisiones ordinarias en el Congreso será la batalla que viene. La mayoría de Morena en el Senado y la Cámara de Diputados le permitiría a ese partido quedarse con las presidencias más importantes, incluso aquellas que históricamente han sido del PRI, PAN y PRD. Sin embargo, la oposición confía en que Morena permita contrapesos, y no utilice la aplanadora.

El Senado de la República tiene 64 comisiones ordinarias, además de 17 especiales, mientras que la Cámara de Diputados cuenta con 56 comisiones ordinarias y 44 especiales. A decir de los coordinadores de Morena en ambas cámaras, Ricardo Monreal y Mario Delgado, podría haber una reducción de ese número de comisiones, a fin de generar ahorros.

Datos de los propios recintos legislativos refieren que cada año se destinan, aproximadamente, 16 millones de pesos para las presidencias de las 56 comisiones ordinarias de la Cámara de Diputados, y 322.2 millones de pesos en la Cámara Alta.

Para conocer cómo es el proceso de negociación en las cámaras del Congreso en la asignación de las comisiones, El Economista consultó a Francisco Arroyo Vieyra y Federico Döring, ambos exdiputados y exsenadores, involucrados en su momento en dichos procesos.

¿Qué ganan los partidos al quedarse con una presidencia de comisión? El priista Francisco Arroyo consideró que “el derecho a dar y quitar la palabra, programar las actividades de la comisión, y proponer agenda”. También permite —reconoció— frenar en momentos políticos específicos la discusión de ciertos proyectos de leyes y reformas, al tener control sobre la agenda.

¿Cómo se negocian las comisiones? El panista Federico Döring explicó que al inicio de Legislatura, cada bancada realiza un análisis de las comisiones más importantes (Hacienda, Presupuesto, Gobernación, Seguridad Pública, Economía, Vigilancia, Justicia, entre otras), y coteja su número de Diputados y Senadores para emprender una negociación con quien tiene la mayoría, y defender aquellas que históricamente ha presidido.

“Históricamente hay una clasificación cualitativa de comisiones que se consideran: AAA; AA; A, en función de qué tan importantes son. Las más pequeñas se pueden negociar a cambio de otras. ¿Cómo es la negociación? Había tradiciones —que ahora se van a romper porque Morena tiene mayoría— pero el partido en el gobierno siempre tiene Presupuesto y le dejaba la de Hacienda a la oposición; pero nunca ha tenido el partido en el gobierno la de Vigilancia (de la Cámara de Diputados).

“Las que históricamente ha tenido (un partido), las peleas (para retenerlas). Hay secuencias históricas. Por ejemplo, la de Cultura ha sido en años recientes panista, antes fue perredista; la del DF siempre había sido del PRD, ahora será de Morena.

“Se reparten por cuántos diputados (o senadores) tienes, y cuántas te tocan. Ahora el reto que tiene Morena es ver cuáles de las buenas le va a dejar a la oposición. Cuando digo oposición, es la verdadera oposición, no vaya a ser que simulen y le den la de Hacienda al PT, y al PES la de Vigilancia”, explicó Döring Casar.

“La inercia histórica es: si creces (en número de legisladores) pides más, y si decreces te la quitan. Se puede llegar con una coyuntura nueva y pedir una comisión que nunca habías tenido y la negocias en la mesa; a veces sale y a veces no. Por ejemplo, ahora el PAN tiene el problema de ver si les van a respetar la de Hacienda; lo veo muy difícil, pero veremos qué pasa. Al PRD por supuesto no le van a respetar Vigilancia, y puede que el PAN pierda otras tantas”, explicó.

“La prueba de fuego será si la de Vigilancia debería tenerla el PAN, porque ni modo que un priista revise las cuentas públicas de (Enrique) Peña, o un morenista empiece a ver los temas de fiscalización de (Andrés Manuel) López Obrador. Lo natural sería el PAN. La había tenido históricamente el PRD con Estela Damián y Luis Maldonado. Ahí el lema es: tú no puedes cuidar tu pasado, ni puedes cuidar el futuro.

“El PAN no puede cuidar a Peña ni puede cuidar a Obrador. Si no hay simulación, (Vigilancia) sería para el PAN. La de Justicia es muy importante, que ahora tiene el PRI, seguramente ésa se la va a quedar Morena por esto (de las iniciativas) de amnistía y la mariguana”, comentó Federico Döring.

El ex diputado federal y exsenador panista consideró que el peor escenario para el PAN es que pierda las comisiones de Hacienda y Seguridad Pública en ambas cámaras del Congreso.

“El PRD no creo que tenga ninguna buena. Y el PRI tendrá alguna. Igual y Morena prefiere darle al PRI (la de) Hacienda que al PAN. Por lo que escucho, están en mejores términos con el PRI que con el PAN. Y tal vez el PAN pierda algunas contra el PRI”, refirió.

Respecto de la relación entre la lucha por las comisiones y los recursos que manejan las mismas, Döring Casar estimó que en ese rubro también habrá cambios con la nueva mayoría de Morena.

“Pues parece que van a desaparecer las comisiones especiales. Hay comisiones que no implican dinero. La de Relaciones Exteriores, con la cancelación de viajes, es una comisión importante que ahora ya no lo será. Las comisiones del Campo son muy peleadas, no porque sean muy importantes, sino porque ayudan a gestionar mucho dinero. La de Hacienda es clave para los gobiernos estatales y municipales; si pierde esa, (el PRI y el PAN) va a estar en serios predicamentos con sus gobernadores. No es tanto lo que hay de dinero en las cámaras, sino lo que dan en lo político”, comentó.

Cuestionado sobre si las negociaciones de comisiones son opacas, Francisco Arroyo comentó: “El proceso de negociación es como se dé, lo importante es el resultado. El resultado es el acuerdo. El proceso, si se da transparente u oscuro, eso pasa a menores. El asunto es el resultado”. Sin embargo, matizó: “Ahora, yo creo que en esta etapa del país todo debe ser transparente, y los acuerdos tienen que estar a la vista de todos”.

Instrumentos de prebendas políticas, refieren expertos

Las comisiones del Congreso de la Unión han renunciado históricamente a funciones primordiales como de auditoría y análisis del funcionamiento del Poder Ejecutivo y se han convertido, en muchas ocasiones, en instrumentos de prebendas políticas, opinó Manuel Ureiro, analista de la consultora Integralia.

“En las comisiones a veces nos vamos con la idea de que sólo dictaminan, en realidad ésa es una de sus funciones, tienen otras dos que no son muy conocidas, que no son muy empleadas; la primera de ellas es solicitar información al Poder Ejecutivo, a los titulares de las dependencias y organismos; y la segunda es el control evaluatorio, por control evaluatorio no sólo es pedir información sino llamar a comparecer a los funcionarios”, explicó el especialista.

Aunado a estas deficiencias, indicó Ureiro, las comisiones en el Congreso se han incrementado de manera exponencial y muchas duplican sus funciones.

“Se han creado demasiadas. Su número implica una burocratización muy grande. Hay comisiones como la de Gobernación, porque hay una Secretaría de Gobernación (...) pero hay comisiones que no tienen mucha razón de ser; pero con la información que hemos recolectado nosotros en todos los reportes legislativos que desde el 2011 hemos redactado, se crean comisiones como una práctica para entregar prebendas”, aseveró el especialista.

Ureiro acotó que desde 1999, cuando se aprobó la Ley Orgánica del Congreso de la Unión, se tenían en la Cámara de Diputados 27 comisiones, y en el Senado había 29, mientras que en la actualidad en San Lázaro la 63° Legislatura cerró con 56 comisiones y 64 en el Senado (en ambos casos, sólo comisiones ordinarias).

Algunas de las comisiones, incluso, se han dividido sin mucha claridad de sus funciones, como la comisión encargada de la fronteras del país en el Senado, indicó Ureiro. Esta comisión emanó de la comisión de Relaciones Exteriores y luego se partió en dos, en una comisión para la Frontera Norte y una para la Frontera Sur.

“Sin embargo”, precisó el analista de Integralia, “durante el anterior periodo ordinario de sesiones, por ejemplo, la comisión de la Frontera Sur sesionó entre tres y cuatro ocasiones, sin tener claridad de qué efectividad y qué asuntos trató.

“En diferentes sentidos, las comisiones, digamos, se han desvirtuado, en términos de su relación de su tamaño de lo efectivas que son”, dijo Manuel Ureiro.

Cotos de poder

  • El Senado de la República tiene 64 comisiones ordinarias y 17 especiales.
  • La Cámara de Diputados cuenta con 56 comisiones ordinarias y 44 especiales.
  • El partido en el gobierno tenía la Comisión de Presupuesto y le dejaba la de Hacienda a la oposición.
  • Por primera vez, Morena tendrá mayoría de legisladores y no el PRI o el PAN, como había sido históricamente.
  • Se reparten en función del número de senadores y diputados que representan sus bancadas; entre más legisladores, más comisiones podrían encabezar.

politica@eleconomista.mx

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