Los mexicanos saben cómo prevenirse de un sismo, pero no al 100%

¡Afuera, salgan todos!, ordenó Carlos Valdez. Escuchó un fuerte golpe: su cuñado se había caído y los objetos de vidrio que se encontraban en la mesa, se habían hecho añicos. Nadie de la familia pudo salir, pues no encontraron las llaves.

Sólo se trataba de un simulacro, que Valdez, director del Servicio Sismológico Nacional (SSN), había preparado en casa de su suegra. Fue un desastre , dijo.

Con esta anécdota, el investigador reconoce que aunque sí hay cierto cambio en prevención sismológica en comparación con 1985, los simulacros todavía son vistos como una obligación y no como una forma de salvar vidas.

Cuando veo lo que pasó en Haití, me pregunto si sus ciudadanos hubieran querido hacer simulacros. La respuesta, estoy seguro, hubiera sido sí , dice.

¿Los habitantes de la ciudad de México sabemos cómo reaccionar ante un posible terremoto? Tal parece que sólo unos cuantos.

Estamos mejor preparados que otros años pero aún faltan conocimientos para hacer frente a un desastre como el ocurrido en Haití o en Chile , confesó Luis Vázquez Olguín, uno de los fundadores de la Brigada de Rescate Topos de Tlatelolco.

Aun así, la visión de la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal es optimista. Dependencias gubernamentales, hospitales, escuelas y oficinas deben realizar tres simulacros al año. Esto se cumple a cabalidad , dijo Elías Moreno Brizuela, titular de dicha Secretaría.

Moreno Brizuela advierte, sin embargo, que es necesario impartir más cursos de protección civil en primarias y secundarias, y crear un bachillerato técnico e incluso, una licenciatura en la materia.

Esta Secretaría, que depende del Gobierno del DF, ya ha capacitado a algunos clubes, centros de recreación e instituciones educativas, e incluso es la responsable de exigir a todos los establecimientos mercantiles, escuelas, oficinas, hospitales y unidades habitacionales, que tengan un programa interno de protección civil; además, verifica que la actual Ley de Construcción Antisísmica se cumpla, sobre todo en constricciones edificadas antes del terremoto de 1985.

Sin embargo, se desconocen detalles de cuántas personas, instituciones o escuelas ha capacitado, ni en qué nivel de prevención está la sociedad mexicana, en este tipo de temas.

Por si acaso

La falta de prevención es la principal causa de historias lamentables , aseguró Vázquez.

Para reforzarla se presentó la semana pasada un Programa de Protección Civil que exigirá que los simulacros en la ciudad de México se hagan una vez al mes en las 16 delegaciones. Hoy, sólo se hacen tres al año.

Por su parte, Luis Vázquez recomendó crear un plan de seguridad individual:

detectar el lugar más seguro dentro de nuestro hogar y centro de trabajo, o fuera del mismo, así como tener siempre las llaves cerca de la puerta y los papeles importantes, y sólo si hay tiempo, en caso de sismo, cortar la luz y cerrar las llaves del gas.

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