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Luis Navarro, el “milagro” financiero en Michoacán
Morelia, Michoacán, 13 de noviembre del 2023.- Michoacán tiene un nuevo rostro, una realidad distinta a la que, lamentablemente, sus habitantes enfrentaban ante el desorden, la falta de claridad y la inestabilidad en el manejo de los recursos públicos; ahora, contamos con una fotografía genuina, con un escenario palpable, orientado al desarrollo integral y sostenido del estado, que desde hace dos años se ha conseguido, a través de disciplina, responsabilidad y transparencia, en la gestión de Alfredo Ramírez Bedolla, declaró Luis Navarro, secretario de Finanzas y Administración, a quien, por cierto, el mandatario ha calificado “el milagro financiero”.
El gobernador, expuso Luis, me llama así, porque juntos, con el esfuerzo y el trabajo coordinado y honesto, se ha logrado lo que parecía imposible en una administración estatal, que era poner orden a las finanzas públicas, las cuales, como es del conocimiento general, “hace dos años, cuando iniciamos nuestra gestión, eran un desastre. Estábamos demasiado endeudados, debíamos cantidades millonarias, que parecían impagables; a terceros institucionales -IMSS, SAT, Infonavit y Pensiones Civiles, entre otros-, a las instituciones bancarias, al Magisterio, a proveedores, a empleados al servicio del Estado y a tantos sectores, quienes, evidentemente, exigían el cumplimiento del Gobierno de Michoacán que iniciaba sin protocolos de entrega-recepción por parte de la administración saliente, con 650 pesos en las cuentas”, refirió.
Este escenario, con matices que parecían surrealistas y que eran expresiones cotidianas que entorpecían la gobernabilidad, agregó, se reflejaba en un sinnúmero de manifestaciones por parte de diversos sectores que estaban bastante molestos por falta de pagos y atrasos en sus nóminas, como fue el caso del Magisterio, que bloqueaba las vías del ferrocarril como medida de presión, por citar uno de tantos ejemplos; situación que parecía complicar la estabilidad financiera, política y social de Michoacán.
Luis Navarro detalló la toma recurrente de las vías férreas, en el caso de los profesores, quienes, además, no permanecían en las aulas enseñando a la niñez y a la adolescencia, sino en las calles, inmersos en manifestaciones y en protestas que generalmente no terminaban nada bien porque desde hacía mucho tiempo no se completaban los ciclos escolares, y eso, aseguró, “no era justo para las nuevas generaciones ni para los responsables de impartir clases”.
Paralelamente, los proveedores solían bloquear constantemente la Secretaría de Finanzas y Administración en demanda de sus pagos; la misma inconformidad se presentaba con los empleados al servicio de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
“Esto provocaba incertidumbre y descontento generalizado ante una realidad que provocaron diversas administraciones estatales que actuaron irresponsablemente, sin amor a Michoacán ni compromiso con sus habitantes. Así, las expresiones de manifestación apuntaban a la misma dirección: atraso en sus pagos, una y otra vez”, compartió.
De ahí que, sostuvo el tesorero michoacano, “me di a la tarea de empezar por liquidar todos esos pendientes, pero de una forma bien planeada, que nos permitiera dar certidumbre y tranquilidad a la sociedad michoacana. Todos deseábamos cambiar el rumbo de Michoacán. Yo soy moreliano, michoacano, y me dolía también tanto daño causado a nuestro estado y a su gente”.
Es así que, dijo, primero refinanciamos todo lo que significaba deuda millonaria para que fueran más ligeros los pagos mensuales que debíamos en 15 créditos bancarios, porque esa era otra, resaltó, les debíamos muchísimo, estábamos “hasta el tope” con las instituciones financieras.
A partir de eso, ya con liquidez, continuó “se planeó y diseñó el pago al capital humano, que es lo que hemos priorizado en esta administración. Con esto, logramos lo que nunca antes se había obtenido: pagar puntualmente a los profesores y, de paso, dignificar a la clase trabajadora y garantizar un estado de derecho”, argumentó.
Con el pago exacto y puntual, ya en sus bolsillos, y con la satisfacción de sus necesidades familiares, mencionó Luis Navarro, “se desvanecieron los motivos de protesta y así conseguimos que dejaran de registrarse manifestaciones masivas, se liberaron las vías del tren y oficinas de atención que comúnmente eran tomadas. Gradualmente, dimos orden, y lo mejor de todo es que la niñez y la adolescencia de Michoacán, después de varios años de interrupciones, por fin concluyeron su ciclo escolar”, explicó.
Luis Navarro informó que, entre 2021 y 2023, la actual administración ha pagado casi 6 mil millones de pesos por concepto de adeudos de administraciones anteriores, distribuidos en el: IMSS, la cantidad de 2 mil 485 millones 384 mil 950 pesos; a Pensiones Civiles del Estado, 483 millones 903 mil 807 pesos; a proveedores de años pasados, 756 millones 818 mil 183 pesos; al Magisterio, en bonos de 2020, 631 millones 651 mil 976 pesos; por el rubro de laudos y sentencias, 929 millones 565 mil 580 pesos; por créditos fiscales del Impuesto Sobre la Renta, 581 millones 121 mil 282 pesos; por créditos fiscales OPDS del IMSS, 101 millones 300 mil 762 pesos; al Infonavit, 17 millones 573 mil 302 pesos.
Aunado a lo ya expuesto, argumentó que con “los recursos que ahorramos, y gracias también al refinananciamiento de la deuda bancaria, dimos pie a un proyecto de obras multianuales que está reconstruyendo la entidad en materia de infraestructura, el cual prácticamente el 70% se encontraba en total abandono, con carreteras y caminos maltrechos e inseguros, que hoy, por cierto, con sus avances, se puede traducir y palpar en acciones tangibles que están conectando a la población michoacana y dignificando espacios que gobiernos anteriores descuidaron por abusos, caprichos, despilfarros, corrupción y ocurrencias.
Parte de la infraestructura que se ha impulsado ha sido la construcción de más hospitales, la reparación de la red carretera, la construcción de centros educativos, el primer segmento del anillo periférico de Morelia, el cablebús de la ciudad de Uruapan, el libramiento de La Piedad, el mercado municipal del Pueblo Mágico de Pátzcuaro y muchas obras más que históricamente se ven por todas las regiones de Michoacán, aseguró.
También “logramos la digitalización gubernamental en cuestión de trámites, porque resultaba molesto para la población michoacana acudir a las oficinas de Rentas a hacer largas filas y dedicar bastante tiempo”, aseguró Luis Navarro, quien destacó que, ahora, eso se terminó, junto con la corrupción, porque el 60 por ciento de los trámites del Estado ya se pueden realizar desde una plataforma, lo que representa un paso adelante en el tema de la tecnología.
Sumado a lo anterior, recalcó el secretario estatal de Finanzas y Administración, somos un gobierno municipalista, y la prueba es el Fondo de Aportaciones Estatales para la Infraestructura de los Servicios Públicos Municipales (Faeispum) por sus siglas, ya que antes se había una “licuadora” de recursos que se diluían en otras cosas.
Ahora, con este proyecto “el dinero se destina a los ayuntamientos para que realicen obras prioritarias, a través de ventanillas que aperturamos también en tiempo y forma, es decir al inicio del año y no hasta mediados para que los alcaldes envíen sus proyectos oportunamente, con la intención de garantizar el ingreso y la viabilidad de los mismos a favor de la población”, sostuvo.
Navarro añadió que con la recaudación del 3% del Impuesto a la Nómina, se creó también el Fondo para el Fortalecimiento por la Paz (Fortapaz), mismo que se fondea de una tercera parte de lo que se recauda en este impuesto y que se invierte en temas de infraestructura, capacitación, certificación, equipamiento de los cuerpos de seguridad, así como programas enfocados a la prevención contra el delito.
De esta forma, Luis Navarro admitió que siente mucho orgullo y satisfacción cada vez que el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, en sus discursos, en los actos públicos, le llama “el milagro financiero”, y reconoció que su inspiración se ha basado en los principios de la 4T de no robar, no mentir y no traicionar al pueblo, y por supuesto en el lema del gobierno estatal, “honestidad y trabajo”.
“Creo que siendo honestos, trabajando mucho, nuestro Michoacán está saliendo adelante y la gente está contenta, con dinero en sus bolsillos y creyendo en este gran proyecto de justicia y bienestar social”, concluyó.