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Muere el vecino de celda del Chapo en el Altiplano
Según la CNS, la muerte de Sigifredo Nájera Talamantes ocurrió el pasado lunes dentro de su celda, y la causa fue un infarto.
La Comisión Nacional de Seguridad confirmó la muerte de Sigifredo Nájera Talamantes, alias El Canicón, líder de Los Zetas en Tamaulipas, ocurrida mientras estaba recluido en el penal del Altiplano, Estado de México, y quien fue uno de los testigos que declaró ante la PGR por la fuga del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán.
En un comunicado, la CNS precisó que el pasado lunes 7 de septiembre, Sigifredo Nájera Talamantes, quien se encontraba interno en el Centro Federal de Readaptación Social número 1 Altiplano, en el Módulo 1, Sección 1B, estancia 124 (zona intermedia), falleció tras sufrir un paro cardiorespiratorio .
Precisó que Nájera Talamantes presentó un malestar la mañana del lunes durante el pase de lista, motivo por el cual fue trasladado al hospital del Cefereso bajo condición de emergencia médica, toda vez que se desvaneció. Tras varios minutos y al estar recibiendo la atención médica necesaria, sufrió un paro cardiaco. Le fueron aplicadas las maniobras de reanimación, y tras varios intentos se declaró su fallecimiento.
Sigfrido Nájera se encontraba interno desde el 25 de marzo del 2009, procesado por delitos contra la salud; delincuencia organizada; acopio de armas; portación de arma de fuego y posesión de cartuchos ambos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
Nájera rindió declaración ministerial ante el director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, Tomás Zerón, luego de la fuga del Chapo Guzmán ocurrida el 11 de julio, en virtud de que El Canicón era su compañero de pasillo en la celda 19 que ocupaba aquel día en el área de tratamientos especiales.
El 15 de julio pasado, durante un recorrido permitido por autoridades federales a los medios de comunicación en la celda que ocupó Joaquín Guzmán Loera, se observó a Sigifredo Nájera Talamantes salir custodiado de su celda para acudir a la zona de audiencias; hizo un requerimiento de salud, mientras se llevaba las manos a la cabeza.
A Nájera Talamantes se le relacionaba con la ejecución de 15 militares y federales en Monterrey, y con las explosiones en la embajada de EU en Tamaulipas.