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Pandemia dio un respiro a la CDMX en materia de inseguridad, pero persiste operación de cárteles, observan expertos
Durante el foro “Investigando a los cárteles en la CDMX” en el Seminario sobre Paz y Violencia del Colegio de México, el experto en seguridad Eduardo Guerrero presentó una radiografía de la violencia y operación de los grupos delictivos en la capital del país.
La violencia creciente en la Ciudad de México desde el 2012 tuvo un “respiro” con la pandemia de Covid-19, que redujo los homicidios y delitos. Y aunque la reactivación económica aún no ha provocado un repunte en la violencia, los cárteles de La Unión Tepito, Los Canchola y Los Rodolfos siguen operando el narcomenudeo, las extorsiones y el despojo de predios, refirieron expertos.
Durante el foro “Investigando a los cárteles en la CDMX” en el Seminario sobre Paz y Violencia del Colegio de México, el experto en seguridad Eduardo Guerrero presentó una radiografía de la violencia y operación de los grupos delictivos en la capital del país.
Mencionó que en la última parte de la gestión de Miguel Ángel Mancera como jefe de Gobierno capitalino, se registró un repunte de los homicidios, atribuible al fin de la administración, pero eso permitió a los grupos delincuenciales cooptar a personal de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y la Fiscalía de la Ciudad de México (FGJCDMX).
Mencionó que la violencia continuó al inicio de la gestión de Claudia Sheinbaum en la Jefatura de Gobierno de la CDMX y de Jesús Orta en la SSPC, aunque a partir de finales de 2019 y principios del 2020 hubo una disminución de las ejecuciones y de la incidencia delictiva en la capital.
Indicó que esa reducción se debió a la reducción de la movilidad por la pandemia de Covid-19, pero también a un activismo de la Fiscalía capitalina contra la violencia de grupos de la delincuencia, a que la Ciudad de México tiene un superávit de más de 100% de policías; a que hay instituciones de educación superior que dan oportunidad a los jóvenes y al férreo control del gobierno sobre los taxis.
Mencionó que en la pandemia de Covid-19 se redujeron los homicidios, el robo de vehículos, a casa habitación, a transeúnte, entre otros, y pese a la reactivación de la economía no se ha visto un rebote.
“La pandemia le dio un respiro a las autoridades, a las policías, a los ministerios públicos, lo que explica que no se haya regresado a los niveles antes de la pandemia”, dijo Eduardo Guerrero.
Resaltó que las mafias que operan en la capital operan en estrecha vinculación con la delincuencia común, lo que les impide a los grandes cárteles nacionales entrar de lleno en la operación. Explicó que si bien hay presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, éstos no tienen condiciones para que puedan matar policías o irrumpir con vehículos como se ha visto en otras entidades.
Mencionó que La Unión Tepito -que creó Óscar Flores Lunares- tiene presencia en 13 alcaldías; Los Canchola de Lenin Canchola, en siete alcaldías y los Rodolfos de Julio César Rodríguez están presentes en ocho alcaldías. Apuntó que La Unión Tepito es la más importante y tiene alianzas con los Canchola, y su rival son los Rodolfos. Mencionó que pese a la detención de sus líderes, éstos siguen operando dentro de los reclusorios.
El especialista comentó que las colonias más conflictivas por presencia y operación de delincuentes son la Morelos, Rosario, San Juan de Aragón y San Lorenzo Tezonco que se ubican en las alcaldías Cuauhtémoc, Azcapotzalco, Gustavo A. Madero e Iztapalapa, respectivamente.
Por su parte, el escritor y periodista Héctor de Mauleón dijo que desde 2012 la Ciudad de México vivió episodios que hicieron ver que las calles ya no eran de los ciudadanos, pues recordó que el 25 de junio de ese año se originó una balacera en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Cuidad de México (AICM), que dejó como saldo tres elementos de la Policía Federal (PF) muertos.
Apuntó que el 17 de junio del 2018 se registró el hallazgo de partes humanas y una manta en la colonia Nonoalco Tlatelolco, y septiembre de ese mismo año un grupo de sicarios de La Unión Tepito provocó una balacera en Garibaldi en una disputa con el grupo Antiunión.
Por ello consideró que los grandes problemas de violencia en la Ciudad de México siguen, lo mismo que el control de droga en el AICM y despojos de predios.