Primeros tres años del gobierno de AMLO registraron 85% más ataques contra la prensa que en el mismo periodo del gobierno de EPN

“La violencia contra la prensa en México es una tragedia sostenida y por lo tanto, normalizada”, expresó el Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca Villarreal.

Al participar en la presentación del informe anual 2021 de la organización Artículo 19 “Negación”, el relator sostuvo que debido a que la democracia necesita del periodismo, las democracias han prometido a periodistas garantías para hacer su trabajo, sin embargo, en el caso de México la prensa ha pasado por una tragedia dolorosa con un costo muy alto.

“En países donde no se registra violencia letal contra la prensa, el eventual asesinato contra un o una periodista termina acaparando la atención no sólo del gremio o de los medios, sino también de las instituciones en su conjunto”, subrayo.

Sin embargo, señaló que cuando la violencia contra la prensa es reiterada y persiste la impunidad en los casos, persiste la repetición de más violencia y eso lleva a que las víctimas, familiares, proyectos periodísticos y los hechos que el periodista estaba investigando, pierdan el reconocimiento social.

“En el último tiempo la reacción institucional parece estar resignándose a ver la violencia contra la prensa no como un fenómeno a erradicar sino como una situación con la que se debe de convivir”, subrayó el relator.

Y es que según el informe de Artículo 19, en los primeros tres años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se han registrado 85% más ataques contra la prensa que los primeros tres años del sexenio pasado, con un total de 1,945 agresiones contra la prensa, además de 31 asesinatos y 2 desaparecidos, convirtiéndolo en el periodo más letal para el gremio periodístico.

Por su parte, el director de Artículo 19, Leopoldo Maldonado, sostuvo que actualmente se registra una agresión contra periodistas cada 14 horas en promedio, lo cual va de la mano de una narrativa oficial de estigmatización que se ha ampliado para señalar a voces disidentes.

“No nacimos hace tres años. Precisamente por eso, sabemos, a pesar de la negación, que hoy el ejercicio de la libertad de expresión no tiene mejores condiciones que antes del 2018”, añadió Maldonado.

El representante de la organización defensora de la libertad de expresión destacó que la continua violencia contra la prensa es el resultado de gobiernos ausentes, tanto el actual como los pasados, que han sido incapaces de impedir la violencia, de garantizar medidas de no repetición, de investigar los crímenes contra la libertad de expresión y de reparar el daño, y que, por el contrario, agreden directamente a los medios mediante el estigma, la violencia física y el acoso, entre otros agravios.