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Tijuana vive calma engañosa: analistas
Pese a la reducción en la violencia relacionada con las drogas, Tijuana mantiene las cifras de denuncias de extorsión y secuestro sin cambios.
Desde el 2010 Tijuana ha presentado mejorías en torno de los índices de homicidios, extorsiones y secuestros; sin embargo, un análisis de la Universidad de Rice, EU, y de la organización Insight Crime, sugieren que la seguridad pública no ha sido resuelta en esta ciudad debido a elementos inusuales de comercio local de drogas, que han reducido la espiral de violencia, por lo que no está claro si esta regeneración será permanente.
El experto sobre la guerra en contra de las drogas de México del Instituto Baker de la Universidad de Rice, Nathan Jones, detalla a través del reporte Violencia en Tijuana que entre el 2008 y el 2010, Tijuana sufrió una larga guerra entre la organización Arellano Félix, también conocida como el Cártel de Tijuana, y las facciones leales al Cártel de Sinaloa. Como resultado, en el 2010 esta ciudad registró una tasa de homicidios de 57 por cada 100,000 habitantes; no obstante, en el 2012 se registró una tasa de tan sólo 28, haciendo a la conocida urbe fronteriza la más segura, al menos en términos de asesinatos.
La tasa de secuestros local también cayó, de 5.67 a sólo dos en el mismo periodo.
Luego de que Tijuana mostrara una baja en la violencia relacionada con las drogas en dos años, durante los primeros días de junio del 2013 siete homicidios fueron reportados en dos días.
Tras la captura de Teo García, un exteniente de los Arellano Félix, en el 2010, se generó un clima de relativa paz en la ciudad. Nathan Jones indica que esta plaza no se discute ni es controlada por un monopolio; El Cártel de Sinaloa opera de una manera difusa y como resultado tiene dificultades para imponer disciplina.
Por su parte, la organización especialista en crimen organizado InSight Crime destaca que aunque puede perder la capacidad de mantener el control, el régimen que controla al crimen organizado en Tijuana hoy ha logrado establecer un tabú en contra de la extorsión y el secuestro.
Así, aun cuando la tasa de homicidios se ha recuperado, las denuncias de extorsión y de secuestro se han mantenido prácticamente estables.
Jones advirtió sobre el hecho de que el gobierno de EU ha deportado criminales. Esta práctica -afirmó-ha tenido consecuencias de deterioro como la internacionalización de maras o repatriación de mexicanos que han aprendido técnicas de bandas criminales.
Por ello, Jones recomienda que el Departamento de Seguridad Nacional de EU establezca un sistema binacional de datos sobre repatriaciones de mexicanos con antecedentes criminales. Ello dará al gobierno mexicano información que le permita centrar sus esfuerzos en los delincuentes más violentos, lo que podría ocasionar una reducción de homicidios.
ana.langner@eleconomista.mx