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Los bancos, centro de atención
Tres años después de la quiebra de Lehman Brothers, la banca en Europa y EU no luce más sana y sus niveles de capitalización de cara a las nuevas reglas financieras internacionales se presentan como problemas nada fáciles de resolver.
Tres años después de la quiebra de Lehman Brothers, la banca en Europa y Estados Unidos no luce más sana y sus niveles de capitalización de cara a las nuevas reglas financieras internacionales y la alta exposición que algunos bancos tienen a la deuda de países con problemas fiscales en Europa se presentan como problemas nada fáciles de resolver.
Dos días antes de que Lehman Brothers acogiera el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, Bank of America compraba a Merrill Lynch por alrededor de 45,000 millones de dólares y hoy dicha adquisición podría ser una de las fuentes de los problemas del banco, al haber adquirido los activos tóxicos derivados de la crisis hipotecaria, los cuales en la actualidad siguen apareciendo en sus resultados financieros.
Durante el 2008, las acciones de Bank of America se hundieron 63.09%, en lo que va del 2011 los títulos acumulan un retroceso de 48.3 por ciento. En julio sus títulos alcanzaron mínimos de 6.31 dólares, luego de alcanzar máximos de 15.25 a mediados de enero de este año.
Las acciones de BofA comenzaron a recuperarse luego de una inyección de 5,000 millones de dólares por parte de Warren Buffett en agosto pasado.
En medio del desplome de Wall Street en septiembre del 2008, Joseph Stiglitz dijo: La crisis de Wall Street es para el fundamentalismo del mercado lo que la caída del Muro de Berlín fue para el comunismo: le dice al mundo que este modo de organización económica resulta insostenible .
Nuevas reglas se han planteado para la banca, a las que directivos como Jamie Dimon, de JP Morgan, ha llamado antiestadounidenses, pero alcanzar las metas de capitalización es uno de los dos problemas para la banca.
Otro de esos problemas es la alta exposición que tanto bancos estadounidenses como europeos tienen a la deuda de países de la periferia europea que se encuentran tratando de resolver una crisis fiscal desde hace poco más de un año sin mayores logros.
La banca europea ha sido sometida a dos pruebas de resistencia desde que inició la crisis europea, pero sus resultados han sido cuestionados al no considerar la quiebra de algún país.
Los rumores de una quiebra de Grecia son cada vez más fuertes y la banca en la región ha sufrido las consecuencias.
La banca francesa es la más expuesta a la deuda griega, con alrededor de 900 millones de euros de Société Générale y alrededor de 4,000 millones de BNP Paribas. Sin embargo, ante lo anterior, BNP Paribas declaró que busca incrementar su tasa de capitalización a 9% hacia inicios del 2013, lo que le evitó un recorte a su calificación este miércoles.