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Sector Financiero

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¿Qué es el comisionista digital y por qué su importancia para la inclusión financiera?

La legislación incorporará esta figura con el fin de expandir los servicios financieros digitales

Actualmente, la legislación contempla el término comisionista o corresponsal sólo para establecimientos con presencia física. Foto: Shutterstock

En México, 49% de las personas mayores a los 15 años tiene una cuenta en una institución financiera o por medio de un proveedor de dinero móvil, cuando la media de América Latina es de 73% y sin dejar de lado a países como Brasil, donde el porcentaje es de 84%, Argentina con 72%, Chile con 77% o incluso, Colombia con 60%, según datos del Banco Mundial.

Sin embargo, en los últimos años la digitalización en México ha hecho lo suyo en materia de inclusión financiera. Según un análisis de la Asociación Fintech México, cuatro de cada 10 usuarios de las firmas de servicios financieros digitales (conocidas como fintech) se inician en el sector financiero formal por medio de estas empresas.

En este escenario, la autoridad está por publicar en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la resolución que modifica las disposiciones de carácter general aplicables a las instituciones de crédito como bancos, para incluir la figura de comisionista de base tecnológica (comisionista digital) a la normativa financiera.

Si bien, la legislación contempla que el comisionista o corresponsal es aquella persona física o moral que tiene una relación de negocios con una institución financiera, que le permite actuar en su nombre y ofrecer productos a sus clientes, esto sólo está contemplado para establecimientos físicos, no virtuales, lo cual cambiaría con la disposición que está pronta a publicarse. 

Según el anteproyecto, publicado en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), actualmente la red de comisionistas o corresponsales de las instituciones financieras ha permitido la expansión de la cobertura geográfica del sistema financiero, con presencia en 75% del país, lo que supera la cobertura tanto de sucursales bancarias como de cajeros automáticos.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), todos los puntos de acceso del sistema financiero, como cajeros, corresponsales, terminales punto de venta y sucursales, cubren 2,107 municipios en el país; sin embargo, todavía 362 están sin cobertura de estos servicios.

Actualmente, según el anteproyecto de Conamer, la red de telecomunicación es mayor que la de establecimientos físicos de los comisionistas, por lo que resulta conveniente que las instituciones de crédito, especialmente aquellas que no poseen infraestructura física o aplicaciones de Internet, integres sus servicios a las plataformas digitales de los comisionistas de base tecnológica, sin que éstos sean especializados en proveer servicios financieros.

Así, las instituciones de crédito aprovecharían la base consolidada de los clientes de los comisionistas de base tecnológica y así se mitigarían algunas de las dificultades que presentan los canales presenciales como el riesgo y costo asociado al uso del efectivo, así como el que representa para el usuario trasladarse a los establecimientos.

Los beneficios

De acuerdo con un análisis de Alejandro Pozo, fundador y director general de la firma de infraestructura financiera Valari, esta nueva figura tiene el potencial de incrementar y facilitar el acceso a servicios financieros mexicanos.

Según el análisis, actualmente las disposiciones financieras contemplan la figura de comisionista o corresponsal para un actor físico, por ejemplo, una tienda Oxxo puede ser comisionista de una entidad financiera; sin embargo, el concepto de comisionista de base tecnológica abarcaría a cualquier empresa tecnológica que cuente con un medio o interfaz digital, como una app móvil.

"A diferencia del comisionista tradicional, (el comisionista digital) podría ser cualquier empresa tecnológica que cuente con un medio o interfaz digital, como una app móvil, de tal forma que el cliente de Banco X podría acceder y realizar movimientos de dinero de su cuenta de Banco X, dentro de la app del comisionista de base tecnológica", detalló Pozo.

Esto para el especialista, es significativo porque los consumidores ya no interactuarían directamente con el banco, ni física ni virtualmente, para acceder a un producto. "Ahora, la solución financiera puede implantarse donde esté el consumidor, en el lugar y momento que el consumidor necesita el producto. Esto es un catalizador de las finanzas embebidas y por ende, un gran impulso para incrementar la distribución y el acceso a productos financieros en México".

Ejemplos

Dentro del análisis, Pozo pone como ejemplo a empresas de movilidad como Uber, inDrive o Didi, los cuales podrían autorizarse como comisionistas de base tecnológica de una institución financiera regulada.

En este escenario, un conductor de estas plataformas de movilidad podría abrir una cuenta de la institución financiera de la que son comisionistas dentro de su app de movilidad, es decir en el interfaz de estas empresas, que diseñen para ofrecer el producto financiero.

"La ventaja de este modelo para las empresas tecnológicas es que podrían habilitar a sus clientes a acceder a productos financieros y bancarios dentro de sus aplicaciones, sin que estas empresas tengan que aplicar a una licencia bancaria o licencia fintech", se puede leer en el análisis.

Es decir— añadió — la institución financiera que está por detrás ofreciendo el producto sigue siendo la responsable del cumplimiento regulatorio y la empresa de tecnología se enfoca en lo que sabe hacer mejor, que es crear la mejor experiencia posible para el cliente.

Para Pozo, los modelos que surjan a partir de la introducción del comisionista digital a la legislación podrían dotar a las empresas, herramientas y capacidades que actualmente no están contempladas en una licencia como, por ejemplo, de fondos de pago electrónico (IFPE).

"Por ejemplo, los Comisionistas de Base Tecnológica podrían habilitar a sus clientes a abrir cuentas de depósito aseguradas por el IPAB o el Fondo de Protección, un respaldo del cual carece un cliente de una IFPE", destacó.

Tipo de operaciones

Según el anteproyecto publicado en la Conamer, se prevé que, de momento, la figura sólo aplique para bancos, para las siguientes operaciones.

  • Abrir cuentas nivel 2, es decir que puedan recibir depósitos mensuales hasta el equivalente a 3,000 Udis (cerca de 24,500 pesos) y transferencia de recursos asociadas a ellas.
  • Otorgamiento de créditos por montos no mayores a 3,000 Udis.
  • Pago de bienes y servicios.
  • Consultas de saldos y movimientos de productos y operaciones que el cliente haya contratado con la institución financiera por medio del comisionista digital.

Antecedente

La llegada de la figura del comisionista digital se da luego de la controversia generada por el modelo Banca o Fintech como Servicio (Baas o Faas, por sus siglas en inglés), donde la autoridad detectó la renta de licencias financieras, ya sea de bancos o de fintech, a entidades no financieras (como plataformas de Internet) para que éstas pudieran ofrecer servicios financieros, sin un contrato de comisionista establecido. 

Esto para la CNBV no fue bien visto, pues las autorizaciones son intransferibles y se requiere un contrato de corresponsal para que un tercero actúe a nombre de una institución financiera regulada; sin embargo, la ley no preveía la figura de comisionista digital.

En este escenario, la autoridad rechazó la autorización a entidades que habían solicitado operar como IFPE, lo cual dejó en el limbo a aquellas que se colgaban de la operación de las solicitantes. Asimismo, la CNBV inició investigaciones para determinar si se incurrió en algún delito por este modelo.

Fernando Gutiérrez es editor de EconoHábitat

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